«É a cousa máis bonita que vivín»

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Julia Vaquero reivindicó su recuperación en el Trail do Trega, en el que disfrutó y experimentó de la vertiente más social del atletismo tras una década apartada

13 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A Julia Vaquero (Chamonix, Francia, 1970) le entró un cosquilleo en la noche anterior a volver a tomar parte en una prueba atlética más de una década después porque «na noite anterior cando vin o que estaba montado, lembroume ós tempos nos que competía, estaba nerviosa. Cando vin dixen: ‘Isto é como cando corría'». Pero todo salió perfecto. Volvió a recuperar viejas sensaciones y recibió el cariño unánime de todo el mundo. Daba igual que se perdiera en un momento determinado de la travesía de 14 kilómetros. «É a cousa máis bonita que vivín nunca. Isto é un mundo aparte de compañeirismo, de afecto e de fair play», recordó el día después.

La guardesa salió a «experimentar. Un pouco á aventura». Admite que no conocía el circuito, pero los trails permiten parar, gatear si es preciso y disfrutar del paisaje, nada que ver con los agonísticos 10.000 metros que tantas veces Julia vivió en el tartán de un estadio. «Fun a disfrutar, a pasar o día, como fai moita xente», comenta. Por eso no llevó ni crono. «Eu fun escrava do crono», recuerda. Julia puntualiza, además que no quería el dorsal número 1 que le entregó la organización «porque eu non quería quitarlle protagonismo ás persoas». Se queda con el compañerismo que vivió en el monte.

Durante la travesía no faltó un momento para el recuerdo cuando se perdió. «Teño 50 anos e xa non vexo de cerca, non levaba lentillas e perdinme por eses camiños nos que ten que agarrarte ás árbores para non caer», comenta. También recuerda algún trecho en donde la pendiente del descenso parecía casi vertical con un viento que le entraba por el pantalón «e parecía que voaba en paracaídas». Confiesa también que en algún momento tuvo que «ir a gatas para non caer».

El objetivo de Julia Vaquero era terminar la prueba y lo consiguió, tras alguna parada, entrando de la mano en la línea de meta de Carmen, una atleta con la que entabló conversación durante el recorrido. «Dixenlle se que quería dar a man e que entraramos as dúas xuntas na meta», y así fue. «Isto é vida. Vin a outra cara do deporte», asegura.

Su participación en el Trail do Trega, una prueba que tenía al lado de casa y que apenas conocía, es la culminación a un regreso paulatino a un deporte al que consagró su vida hasta que llegó el trastorno bipolar que le obligó a parar. En agosto pasado comenzó a entrenar, a razón de cuatro días a la semana. Lo hizo un poco «por sensacións, con control e sen pasarme» y con el asesoramiento técnico de Fran Beneyto, «sábeme frear porque sabe que eu son un cabalo desbocado».

Coincide esta etapa con una mejoría importante de su enfermedad. Julia ha pasado de once pastillas a tres y media o cuatro al día, lo que aumentó de un modo exponencial su lucidez según ella misma comenta, y las visitas a la psicólogo en vez de ser cada quince días son cada tres meses. La cita atlética, además, era un excelente escenario «para que a xente vise que estou recuperada» luego de una larguísima temporada en donde la propia Julia optó por la reclusión y el anonimato. «Non quería que me viran así, dábame vergoña e desconectei de todo».

Sabe que para seguir mejorando en el plano físico tiene que trabajar más otros aspectos como los abdominales, pero todo con cabeza. Ella, como profesora de Educación Física, lo sabe mejor que nadie: «O deporte é saúde, é san, encauzado e con cabeza. Incluso o deporte de alto nivel pode ser bo se tes ó teu lado persoas capaces».

Todo, compaginándolo con otros frentes que tiene abiertos: el primero buscar una salida laboral que le permita respirar en el aspecto económico -la única, ayuda además de su pequeña pensión y de gente anónima que le echó una mano, llega desde el COE pero no es monetaria- y poco a poco seguir dando paso para la plena recuperación. «Teño que acabar de recuperarme e facer algo (a nivel laboral). Quero volver a disfrutar da vida. Vou sobrevivir e vou saír porque agora son una persoa independente», dice.

Y el Trail do Trega no será flor de un día. Quiere repetir. «Cando ti fas deporte vives a vida doutro xeito». Julia Vaquero ya lo está haciendo.