Los comerciantes denuncian un aumento de la venta ambulante, incluidos alimentos, sin controles

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

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Las zonas más afectadas son O Calvario y As Travesas

11 oct 2020 . Actualizado a las 21:06 h.

Las restricciones de puestos en los mercadillos tradicionales y la eliminación del situado en la playa de Samil ha provocado un efecto secundario: la proliferación de la venta ambulante de forma individual en distintas zonas de Vigo. Comercio y mercados denuncian el aumento y el hecho de que no exista control sobre este tipo de transacciones, ni siquiera sanitarias cuando se trata de alimentos.

Las zonas más afectadas son O Calvario y As Travesas, aunque también se detecta en Teis e incluso en pleno centro de Vigo. Los productos que se ponen a la venta son de todo tipo: paraguas, bolsos, calcetines, ropa, cinturones, comida...

El gerente del mercado de O Calvario, Miguel Misa, está cansado de llamar a la policía. «Hacen lo que pueden con esta situación, unas veces vienen y otras, no. Además, el problema es que no hay una normativa que lo regule y entonces no pueden sancionar», comenta. Hace siete años, en concreto en noviembre del 2013, el gobierno local se comprometió con los responsables de los mercados a cambiar la ordenanza y a tenerla lista en febrero del 2014. En la actualidad aún siguen a la espera de que se produzcan esos cambios. En este tiempo han tenido alguna que otra reunión con el concejal responsable, Ángel Rivas, quien les aseguraba que hacían decomisos. La realidad es que se siguen vendiendo alimentos, algunos perecederos, sin ningún control sanitario.

«Tal como está la ordenanza, al final es lo mismo. Les quitan la mercancía, si son alimentos que están en el suelo, y el valor económico de un carro de legumbres es bajo. Si lo decomisan tienen que esperar a que lo vayan a buscar y llenan la comisaría de productos que se pierden, mientras los que valen los donan al Banco de Alimentos. Es más engorroso decomisar», añade Miguel Misa.

Cree que es injusto que los vendedores que están legales sufran cada vez que Sanidade llega con nuevas normas y que, por otra parte, los que trabajan de forma ilegal estén exentos de cumplirlas.

Para el presidente de la Federación de Comercio de Vigo, Víctor Fernández Misa, está claro que el incremento tiene que ver con los recortes en los mercadillos oficiales. «No entiendo que la policía no les diga nada, la venta ilegal está prohibida», indica.

Desde esta federación se está intentando también cambiar la ordenanza de venta ambulante y de hostelería, pero desconocen los motivos del retraso. «No sé si tendrá que ver con la pandemia, la gente está cabreada y se queja de que se venda a escasos metros de sus tiendas objetos de todo tipo», añade el presidente de la federación.

Uno de los puntos de venta en As Travesas es la plaza de América a lo largo de la acera que bordea el monumento de Silverio Rivas. «Entre esto y los laterales de las terrazas, los comerciantes están muy enfadados porque se forman auténticos búnkeres que dejan a las tiendas totalmente encajonadas», destaca Víctor Fernández.

Los responsables de mercados y comercios entienden que hay que conjugar los intereses de unos y otros y sin que la pandemia deje que las calles se rijan por la ley de la selva. En este sentido, urgen una vez más una ordenanza clara que se cumpla.