Investigan la muerte de un okupa en el edificio de Gran Vía de Vigo

E. V. Pita, C. Punzón VIGO

VIGO

Oscar Vázquez

La Policía halló el cadáver del portugués de 55 años en el rellano y los forenses intentan esclarecer si se cayó accidentalmente o lo tiraron por las escaleras

06 oct 2020 . Actualizado a las 00:19 h.

La Policía Nacional de Vigo investiga si un okupa portugués de 55 años murió accidentalmente o alguien lo tiró por las escaleras. El ocupante ilegal moraba en el edificio de Gran Vía de Vigo, que está sin terminar de construir, y que saltó a la fama porque los indigentes vivían allí de alquiler. El fallecido apareció en posición decúbito-prono (tendido boca abajo y la cabeza de lado) junto al rellano de unas escaleras.

La primera inspección ocular no reveló signos visibles de violencia pero el forense estudia si el fallecido tiene signos de forcejeo en sus extremidades o alguna lesión previa. Por su parte, la Policía Científica tomó muestras del escenario de la muerte, los rellanos de dos pisos y las escaleras, para ver si hay señales o huellas de una pelea previa a la caída. En todo caso, queda descartada la muerte natural que, en todo caso, sería accidental.

La muerte fue en torno a las 21.40 horas del domingo, cuando los sanitarios del 061 pidieron ayuda a la Policía Nacional de Vigo para entrar en el edificio a socorrer a una víctima. Un inquilino les había avisado de que otro se había caído por las escaleras pero al llegar el resto de los okupas estaban «muy alterados» y no les dejaban intervenir.

Barbacoa

A la policía le llama la atención que seis horas antes, a las 15.00 horas, algunos residentes del edificio estuviesen haciendo una barbacoa. El humo alarmó al vecindario y acudieron los bomberos. Al oír las sirenas, apagaron la churrascada. Existen sospechas de que pudo correr el alcohol y quizás luego hubo riñas. Ese tramo de tiempo entre la barbacoa y la muerte es lo que investiga la policía.

 Los agentes descubrieron el cadáver del okupa en un rellano del edificio de Gran Vía donde moran varios ocupantes ilegales.  Todo apunta a que se trata de un portugués de 55 años que ya era conocido en la comisaría por identificaciones previas. Se tomarán las huellas dactilares para hacer su identificación. Aunque se ha abierto una investigación no se aprecian señales de violencia. El implicado apareció muerto este fin de semana en una estancia del edificio. 

Un edificio en el centro de Vigo

Sus inquilinos le llaman el «chalé», pero se trata de todo un edificio de seis plantas y bajo cubierta en pleno centro de Vigo que se ha convertido en hogar estable para un grupo numeroso de okupas y en estancia de paso para otros. Son 26 pisos de un inmueble al que le faltaban detalles para su conclusión pero que ha acabado en manos de la Sareb (el llamado banco malo), que sin éxito ha tratado de subastarlos, quince de ellos por un valor de entre medio millón de euros y 607.000 euros los más caros.

La suma del abandono de unas obras que encaraban su recta final y el deterioro causado por los okupas han dejado al edificio Gran Vía 54 muy alejado del lujo ideado para una construcción emplazada en un lugar privilegiado de la ciudad. Nadie se ha atrevido a pujar por este inmueble —seis plantas y bajo cubierta— en las subastas a las que ha sido sometido. La presencia de ocupantes supone un coste a mayores sobre el que habría que desembolsar para rehabilitar todo lo destrozado por el tiempo y los inquilinos temporales en una obra que arrancó en el 2011 y se frenó en seco en el 2013 con la quiebra de su promotora.