Los clubes vigueses de División de Honor Plata femenina de balonmano no se presentaron a sus partidos al tener jugadoras con síntomas de covid-19
29 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Carballal tenía que haber iniciado la liga en División de Honor Plata de balonmano este fin de semana en Cantabria, mientras que el Lavadores tenía que haber viajado a Canarias. Ambos equipos pidieron que se aplazaran los respectivos partidos por tener jugadoras con síntomas y pendientes de los resultados de los PCR o bien que habían estado en contacto con casos positivos. Pero la Federación Española denegó las solicitudes y los dos clubes tomaron la determinación de no viajar.
Desde uno y otro equipo coinciden en señalar que han actuado «con responsabilidad» y de acuerdo con las recomendaciones sanitarias ante las circunstancias en las que se encontraban. Alegan, además, que llevan un mes y medio esperando a que la Federación resuelva las dudas que han planteado sobre escenarios que se pueden dar compitiendo en plena pandemia. «Seguimos sin respuestas, no nos dan porque creo que a día de hoy ni ellos mismos las saben», lamenta el entrenador del Lavadores, Anxo Otero.
Entre las dudas que tienen está, por ejemplo, quién correría con los gastos en caso de un positivo que les obligara a guardar cuarentena fuera de casa en un desplazamiento, con lo que eso conlleva. O si el mismo motivo obliga a no viajar con los billetes pagados. «Para los clubes es inviable correr con esos gastos. No somos profesionales y estamos al día», advierte el presidente del Carballal, José Barciela.
Coincide plenamente Otero, que recalca que son clubes humildes que no se pueden permitir según qué desembolsos. «Para nosotros perder 4.000 o 5.000 euros significa sufrir para mantenernos a flote». Pero más allá de la cuestión económica, anteponen que han sido «responsables» poniendo la seguridad por delante. «Hemos actuado pensando en la salud de nuestras jugadoras y de todas las personas con las que iban a estar en contacto».
Los clubes cuentan con el apoyo de la Federación Galega de Balonmán y tienen esperanza de que se pueda llegar a una solución satisfactoria, aunque se está demorando más de lo deseado. «Tuvimos el jueves una reunión telemática y nos dicen que lo están estudiando cuando lo hemos planteado hace mes y medio», dice Barciela. En principio, aparte de darles el partido por perdido, se exponen a una multa económica y a que les resten dos puntos por no haberse presentado.
Otra de las inquietudes de Lavadores y Carballal tiene que ver con la normativa acerca de los test PCR que ellos están obligados a pasar cada 15 días y costeándolos ellos mismos. «Tenemos una medida y es algo, pero como cada comunidad decide, estamos aquí cuidándonos y pueden venir de fuera sin los test. No tiene sentido», lamenta Otero mientras Barciela tiene noticia de que la Xunta ha corrido con los gastos de los test a los clubes que han visitado Galicia este fin de semana y los pasará a la Federación.
Otero tiene la sensación de que en el momento actual las actuaciones se están basando en «tirar para adelante, taparse los ojos y esperar que no pase nada». «Parece que quieren que se juegue igual que el año pasado cuando estamos en una pandemia», por lo que reclama que se busquen medidas que eviten el contagio y que se haga con una normativa por escrito y común para todas las autonomías.
Además, los dos responsables explican que sí se suspendieron otros partidos y que, con posterioridad a sus solicitudes, la Federación emitió una circular donde establecía un mínimo de seis positivos para que no se celebre un partido. En su campeonato solo se disputaron tres de los siete partidos previstos, entre ellos el del filial del Porriño, que sí se desplazó a Tenerife y cayó por un resultado de 28-26 frente al Salud.