Los habitantes de los castros de Santa Trega comían percebes y mejillones

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El CSIC ha analizado el concheiro, donde se almacenaba la basura, para conocer de cerca la vida de los ocupantes

26 sep 2020 . Actualizado a las 01:04 h.

Percebes, mejillones, caracoles y de forma ocasional algún cangrejo, además de ganado. Esa era la dieta de los habitantes del poblado castro de Santa Trega, según ha puesto de relevancia el estudio que acaba de realizar el CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) en el basurero que tenían estos antiguos vecinos de A Guarda

Desde hace pocos días se puede visitar ya este conchero, después de meses de trabajo en los que se limpió de vegetación la zona sur del castro, se realizó un sondaje arqueológico, un estudio de arqueofauna y un levantamiento fotogramétrico de las estructuras excavadas. El citado conchero se ha convertido en una fuente de información enorme para conocer la vida cotidiana de las personas que vivieron. Había sido ya objeto de excavaciones entre 1910 y 1930 y desde entonces estaba abandonado. 

Gracias a los estudios se ha podido conocer que sus habitantes tenían ganadería, sobre todo ovejas y cabras de muy pequeño tamaño, además de cerdos y vacas, así como un dominio total de moluscos y crustáceos como lapas, mejillones, bígaros y percebes. También hay erizos y de forma poco común, los cangrejos. «En cuanto a la actividad pesquera, se constató que se practicó fundamentalmente con anzuelo en las zonas más cercanas a la costa. Abunda la lubina, acompañada en mucha menor medida de dorada, sargo y maragota, entre otros pescados», explica uno de los investigadores Brais X. Currás. 

Todos los resultados del estudio se dan a conocer a los visitantes con un panel informativo ubicado en la puerta sur, donde se explican las prácticas de consumo de los habitantes, se recrea las edificaciones de la zona y otros detalles.

En los próximos meses se seguirá trabajando en el conocimiento del castro y se realizarán dataciones para conocer el momento de la fundación de la muralla del poblado. « Se estudiará la evolución ambiental a través del polen y se analizarán las semillas recogidas en el conchero. Mención especial merece la identificación de un diente humano, que será analizado en la universidad alemana de Tübingen», avanzan desde el CSIC.