«Por la pandemia adelanto un año la decisión de dejar La Casa de Arriba»

Begoña Rodríguez Sotelino
b. r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

Marcos Costas, responsable del local de música en directo, abandona la dirección aunque ya tiene relevo que mantendrá su esencia

20 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La Casa de Arriba podría considerarse la primera víctima en Vigo de un sector, el de los bares y salas con la música en directo, azotado por las consecuencias de la pandemia del covid-19, que, medio año después del cierre, siguen sin poder desarrollar su actividad. El actual responsable de este local, el vigués Marcos Costas, ha decidido adelantar su marcha. La buena noticia en medio de muchas malas es el bar de la zona de Churruca (un clásico ya, con 21 años de historia) no cierra sus puertas porque antes de marcharse, Marcos, que trabajaba junto a su socia, Raquel, quisieron dejarlo todo bien atado.

-¿Se puede considerar su marcha como la primera baja debido al momento que están viviendo?

-En cierto modo, creo que sí. Ha sido el factor catalizador, aunque no sea el motivo principal ni el único. Tenía la decisión tomada de dejarlo dentro de un tiempo. Yo calculaba que más o menos sería dentro de un año, pero por diversos motivos personales no achacables a la empresa. Sencillamente sentí que había cumplido un ciclo. Llevo ya 25 años y tres meses en este barrio como hostelero y se acabó. Lo que pasa es además, la situación de pandemia me ha hecho anticipar la fecha y me voy ya.

-¿Cuándo?

-La semana que empieza mañana será la última. El sábado, 26 de septiembre, será nuestra última jornada al frente del local. Pensábamos dejarlo como si fuera una fiesta, sin más, pero al ser así las circunstancias nos vamos con un poco de disgusto, sin dramas, pero con un sabor agridulce. Estuve cinco años en la dirección y unos 14 o 15 en diferentes puestos, La Casa de Arriba es mu segunda casa aunque me vaya. La vi nacer y estoy muy ligado a ella.

-Si lo deja en otras manos es que alguna salida hay...

-Por supuesto. Pienso que estamos en un bache pero es remontable. Desde luego, si continuase abriría todos los días desde mediodía, como si fuese una cafetería. Sería un gran esfuerzo pero creo que sería una de las soluciones. Pero a mi ya me coge esto con pocas fuerzas y es mejor dejárselo a la gente que tomará el relevo y que vienen con mucha más energía e ilusión de la que yo tengo.

-¿Va a seguir La Casa de Arriba la misma línea que ha llevado hasta ahora?

-Sí. El primer paso fue decidir que nos íbamos y el segundo, pensar en el futuro del bar. Aunque no dependía de nosotros, que no somos los propietarias, tratamos de encauzar la negociación para que La Casa de Arriba a penas se resienta con el cambio y sea un relevo muy fluido. Nos vamos el día 26 y reabrirán el día 1 de octubre, pero para temas burocráticos. En cuanto a contenidos, sé que van a seguir apostando por músicos de calidad y por dar oportunidades a creadores del entorno cercano.

-Su nuevo proyecto, es de suponer, no tiene nada que ver con la hostelería, ¿no?

-Desde luego que no. Me rondan otras ideas pero antes voy a tomarme un buen descanso. No quiero decir que es un punto y final, igual es un punto y aparte en esta relación de amor-odio. En todo caso, será una pausa laboral como nunca en mi vida.