El Catastro deniega a los comuneros de Cabral la inscripción de 125 fincas

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Hacienda dice que deben resolverse 30 litigios con empresarios y vecinos

29 ago 2020 . Actualizado a las 01:16 h.

El Catastro ha denegado 125 cambios de inscripción de otras tantas fincas solicitados por miembros de la comunidad de montes del Cabral. Muchos de los titulares han empezado las reclamaciones judiciales de unas alteraciones que se han pretendido llevar a cabo en los últimos años. Ya hay treinta demandas en curso. La asociación de vecinos y empresarios de Cabral ha obtenido información del Catastro al respecto y dice que los primeros cambios que se intentaron fueron en el año 2011. Desde entonces se han ido sucediendo, pero la situación no se descubrió hasta hace poco, cuando al dueño de una finca le fueron a expropiar para ampliar el Ifevi y vio que ya no estaba a su nombre en el Catastro.

El Ministerio de Hacienda emitió un informe en el que recoge que, como resultado de las alegaciones recibidas por los afectados por la posible incorporación del monte vecinal, se ve que existe «una fuerte oposición y controversias por parte de numerosos vecinos afectados al deslinde propuesto por la comunidad de montes vecinales». Los afectados comunicaron también a la Subgerencia del Catastro que hay acciones legales contra la junta directiva de la comunidad.

En vista de todas las discrepancias que existen y la situación jurídica, el Ministerio de Hacienda ha decidido no acometer las alteraciones propuestas hasta que se resuelvan los conflictos litigiosos entre la comunidad de montes vecinales y los afectados. Por el momento se han presentado una treintena de denuncias contra la comunidad de montes. La asociación de afectados ha detectado 24 naves, 4 viviendas y varias fincas que fueron objeto de estas maniobras. El pasado mes de noviembre tuvo que intervenir la policía cuando los comuneros reclamaron terrenos.

Un empresario afectado, Alfredo Vidales, dueño de Viguesa de Grasas, indica: «He tenido que defender mi propiedad por la vía judicial». Cuenta que, en 1966, el Concello subastó los terrenos donde se encuentra su nave. Una sociedad compró una parcela de 20.000 metros, en los cuales se hicieron las 24 naves mencionadas. Hubo cambios de titularidad y Vidales compró en el 2001 una empresa de lubricantes. Ahora, la comunidad quiere quedárselos.

«Si quieren pueden reclamar la mitad de la parroquia, pero jurídicamente no van a ningún sitio»

 

Puri Castro, vicepresidenta de la asociación de afectados, advierte a la comunidad de montes que «si quieren pueden reclamar la mitad del Cabral», pero que jurídicamente no va a ir a ningún sitio. El miedo que tienen los vecinos y empresarios que se consideran dueños legítimos de los terrenos es que alguno de los suelos pasen a ser urbanizables en el nuevo Plan Xeneral de Ordenación Municipal.

La comunidad de montes no pudo sacar adelante la alianza con Intu, la promotora del macrocentro comercial Porto Cabral. Durante años se gestó un acuerdo de compra que ahora parece enterrado porque el Concello no ha facilitado la operación y la empresa británica está en concurso de acreedores.

La Ley de Montes de Galicia recoge que el monte que se explotaba en común tiene que volver a sus propietarios, que son las comunidades. Durante el último, siglo numerosas parcelas han sufrido importantes cambios urbanísticos y de titularidad, lo que ha generado conflictos. La comunidad de Cabral, como otras, recibe rentas por locales e instalaciones que son explotadas por otros y que jurídicamente les fueron otorgadas en los juzgados, como es el caso del Aero Club, por el que en estos momentos la comunidad de montes recibe una renta de 80.000 euros que pueden convertirse en 200.000 en poco tiempo gracias a un acuerdo entre ambas instituciones.

La comunidad de Cabral también está afectada por la ampliación prevista del Ifevi en 5.000 metros cuadrados. En principio, repercutirá también en sus arcas cuando se consume el pago de las expropiaciones para el recinto ferial.