El Concello tramita la denuncia a la Xunta por las obras en suelo rústico
28 ago 2020 . Actualizado a las 01:56 h.La Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU) de la Xunta ha abierto una investigación sobre un párking presuntamente irregular que se está construyendo en la rotonda de acceso al aeropuerto de Peinador y al Ifevi. Los terrenos explanados, que forman un talud de al menos dos metros de altura respecto a la carretera, tienen una superficie de 5.363 metros cuadrados y lindan con la avenida del Tranvía. Las obras se iniciaron el pasado mes de noviembre y a día de hoy están paralizadas, después de las visitas de la inspección urbanística del Concello de Vigo.
Tras la denuncia de la asociación de afectados, el inspector realizó una visita el 1 de julio y comprobó que, en ese momento, no se realizaban obras pero que «de todos os xeitos semella que no citado lugar se realizou recientemente movementos de terra pero, cos medios que posúo, non podo determinarlos adecuadamente». En cualquier caso, comprobó que se trata de una parcela con la referencia catastral a nombre de la comunidad de montes vecinales en mano común de Santa Marina de Cabral.
La comunidad de montes había comunicado previamente al Concello que iba a construir un cierre y un vallado de parcela y se describía la ejecución de obras de acondicionamiento de la parcela en un nivel horizontal con movimiento de tierras. Se añadía en la comunicación previa que el destino final era un estacionamiento provisional de vehículos pero en el pasado mes de mayo los técnicos de urbanismo señalaron que el uso del aparcamiento que se pretendía «non consta que garde unha relación directa coa explotación racional dos recursos naturais en solo rústicos. Tampouco se xustifica que teña un carácter temporal en función do uso ou actividade que se trate. Polo que se entende que en condicións solicitadas non sería un uso admitido en solo rústico».
Con estos datos, el arquitecto municipal realizó un informe en el que dice que el pleno del Concello, en la reunión extraordinaria del 24 de julio del año 2019, acordó la aprobación de medidas provisionales de ordenación y que en ellas no se no se incluye la parcela mencionada, por lo que se mantiene, las condiciones urbanísticas derivadas del plan general del año 1993. En dicho planeamiento esa parcela se clasifica como suelo urbanizable no programado dentro del núcleo de Cotogrande, aí que se le aplica la misma normativa que al suelo rústico, señala el arquitecto municipal en su informe remitido a la Xunta.
La Ley del Suelo del año 2016 permite el almacenamiento de materiales, parque de maquinaria y estacionamiento o exposición de vehículos al aire libre en suelo rústico siempre que guarden relación con la explotación de los recursos naturales en ese sitio y que tienen que tener siempre un carácter temporal en función del uso de la actividad de que se trate y estar justificado.
El técnico municipal explica que, en este caso, a la vista de la documentación consultada «non consta acreditada ninguna das condiciones anteriores». «En consecuencia, as obras executadas ata hoxe no resultan legalizables», concluye en el escrito a la Xunta.
El presidente del colectivo no quiere aclarar el objetivo de la obra que se paralizó
El presidente de los comuneros de Cabral, Luis Rodríguez, apareció ayer en la parcela paralizada por el Ayuntamiento mientras este diario tomaba fotografías. En el lugar hay unos bloques de piedra granítica que impiden el acceso de vehículos. Preguntado por el fin del aparcamiento en construcción, Rodríguez declinó dar explicaciones sobre un asunto que tiene interés público. «No voy a decir si tiene licencia o no», señaló, y dijo que las daría en la asamblea de comuneros cuando se celebre.
En la zona comprendida entre el Ifevi y el aeropuerto, en determinadas fechas hace falta sitio para estacionar y no lo hay. La situación más grave se produce durante la celebración de Conxemar. Ahora, el covid ha mermado el número de pasajeros y ha obligado a cancelar eventos. Pero no se sabe qué puede deparar el futuro.
La asociación de afectados constituida en la parroquia, que denunció los hechos y otras actuaciones de la directiva, se encuentra con que no pueden participar en las asambleas porque no les dejan tener el título de comuneros. El tema está en manos del juzgado. Los criterios sobre quién es comunero y quién no son confusos. Bajo el paraguas de la ley civil gallega y el reconocimiento de los montes vecinales, los dueños de casas y negocios que tienen títulos de propiedad se encuentran ahora con las reclamaciones de la comunidad de montes pidiendo sus terrenos.
La victoria lograda en su día sobre Aena catapultó a Luis Rodríguez, que ahora tiene muchos conflictos abiertos. Entre ellos, uno con el Ministerio de Transportes por las servidumbres de Peinador.