Las asociaciones de padres no están dispuestas a perder el servicio escolar
14 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La Federación Olívica de Asociacións de Pais e Nais de Vigo, Foanpas, acordó ayer en asamblea dar un ultimátum a la Consellería de Educación para que se comprometa a concretar determinados aspectos de los comedores escolares, como de qué forma se resolverá la falta de espacio en algunos colegios, así como de personal para atender a los alumnos con la separación que exige la normativa sanitaria.
Aunque, el problema se extiende también a las llamadas aulas madruga y a las actividades extraescolares, lo que más preocupa a los padres es el tema de los comedores y están dispuestos a llegar a donde sea para no perder este servicio.
Las asociaciones de la federación que gestionan 25 comedores se ven incapaces de afrontar la nueva situación y ni siquiera saben cómo hacerlo al entender que el protocolo establecido por Educación no es lo suficientemente explícito en algunas cuestiones, sobre todo en las de índole económica. Entienden que esto es básico para poder organizar el próximo curso y que, de no aclararse, podrían verse sin comedor, máxime cuando ya falta menos de un mes para el inicio del curso.
Los comedores gestionados por Foanpas atienden a unos 2.200 alumnos, cuyas familias se verían afectadas seriamente en caso de que tuvieran que suprimirlos. Recuerdan que son básicos para poder llevar a cabo la conciliación y que incluso, en algunos casos, para que los niños puedan tener una alimentación digna.
La Consellería, por su parte, indicó esta misma semana que está dispuesta a dialogar con Foanpas y a poner sobre la mesa aquellos aspectos en los que haya diferencias o no estén lo suficientemente claros.
Desde el Concello tampoco parecen estar dispuestos a sumar más gastos que los que ya asumen con las becas de los comedores y material escolar, además del mantenimiento de los centros. Así lo trasladó el alcalde, Abel Caballero, esta misma semana a la Xunta, Aseguró estar de acuerdo con que se desarrolle un protocolo estricto para garantizar la salud de los escolares, pero al mismo tiempo reclamó un compromiso para asumir los costes que supondrán algunos cambios, como por ejemplo los que atañen a la limpieza., que será más frecuente.