En el modelo forestal que la Consellería de Medio Rural expone en el ayuntamiento más lluvioso de la provincia tiene cabida hasta para el criticado eucalipto. Los agentes forestales son los primeros en defender su principal bondad: el dinero generado con la venta de madera. De ahí que acepten su inclusión en zonas «donde no molestan tras un análisis previo. Se trata de no renunciar a esos beneficios económicos, muy importantes para los comuneros. Los podemos situar en un corredor rodeado de frondosa, ese sería un lugar de muy difícil acceso para el fuego», explica el agente Manuel Ogando.
Recientemente se subastó un lote de troncos que generaron 30.000 euros y se apalabró otro lote por 41.000 euros. «En este caso es con los comuneros de Ventín (parroquia de Fornelos de Montes) mediante un convenio. Son 70.000 euros en total, cuando recientemente se gastaron 90.000 en otro proyecto para limpiar y preparar una zona. Esa es la mejor prueba de que todo tiene encaje, la rentabilidad económica, la reforestación, la preservación del medio ambiente y la prevención de incendios», añade Ogando, que presume orgulloso otra actuación reciente llamada a eliminar combustible: 50 hectáreas de desbroce manual, una de las más grandes hecha a mano, ya que casi todo implica tractores actualmente.
Semejante planteamiento no puede ejecutarse a corto plazo. Son actuaciones encadenadas para organizar todas las actuaciones en cada concello para que cuando venga un gran frente tener puntos de corte. «Por eso no se acomete en un solo año, son muchas cosas: problemas con propietarios, localizados e ilocalizados, comunidades de montes. Luego vamos encajando cada propuesta de trabajo que llega a la Consellería de Medio Rural. Por ejemplo, mover tractores, Pero para quién: ¿conveniados, particulares o pistas? Incluso intentamos participar en iniciativas particulares, como algún ganadero que quiere tener vacas y le ubicamos una parcela para que genere una franja de seguridad. Nosotros somos los primeros interesados».