El nuevo jefe de la Policía Nacional conoce a fondo el narcotráfico en las Rías Baixas

El comisario Carlos Alfonso Valcárcel asumió la Jefatura de la Comisaría de Policía Nacional de Vigo-Redondela en sustitución de José Luis de Luis Gallego. Valcárcel ostentaba el cargo de comisario jefe local de Operaciones y ejercía la jefatura de la Comisaría de Vigo-Redondela en funciones desde marzo debido a la jubilación del anterior comisario jefe. Valcárcel cuenta con una trayectoria de 43 años en el cuerpo, un período durante el que ocupó diferentes puestos de trabajo en la Comisaría Provincial de Pontevedra. Asimismo, entre 1986 y 1995 fue destinado a la Jefatura Superior de Navarra y en 2019 se incorporó a la Comisaría de Vigo-Redondela.

Durante su etapa en la capital de la provincia formó parte de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO), compartiendo puestos de mando y siendo recordado entre sus compañeros por su trabajo. Se rememora con especial énfasis su trabajo contra los hermanos empresarios Lafuente, especializados en el sector maderero y en el lavado de dinero procedente del narcotráfico de altos vuelos. El mismo jefe superior en Galicia, José Luis Balseiro, presente en el acto, puso en valor su trayectoria profesional previa a ocupar la dirección de la primera comisaría de Galicia, integrada por 580 funcionarios que garantizan la seguridad de 320.000 ciudadanos.

La toma de posesión de Valcárcel supone otro cambio que añadir al carrusel de comisarios jefes de Vigo, ya que supone el sexto nombramiento en cinco años debidos a ascensos, cambios de destino o, sobre todo, jubilaciones. El comisario saliente, Luis de Luis Gallego, se retiró en marzo para jubilarse a los 65 años tras cumplir un año y cinco meses al frente de las instalaciones de López Mora. Adicionalmente, el acto contó con la presencia de la comisaria provincial de Pontevedra, Estíbaliz Palma, la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, la alcaldesa de Redondela, Digna Rivas, y el Vigo, Abel Caballero. El alcalde aprovechó su intervención para poner en valor la buena sintonía que existe entre la Comisaría de la ciudad y el Ayuntamiento, más necesaria que nunca para «garantizar la seguridad ciudadana y, ahora, la seguridad sanitaria»,

Caballero incluso fue a más al dirigirse a los jóvenes de la ciudad y que vengan a la ciudad, en referencia a la responsabilidad que está en sus manos para frenar la expansión actual del coronavirus. Y todo en ello en una ciudad en la que las tasas de criminalidad son bajas y con tendencia a seguir disminuyendo, con un 33,47 % de infracciones por cada mil habitantes. También la eficacia de la resolución de los casos es buena alcanzando un 41,57 %. El acto estuvo condicionado precisamente por las medidas de seguridad impuestas para evitar rebrotes, con tres discursos, los himnos de España y del Cuerpo Nacional de Policía y con las medidas de distanciamiento impuestas según la normativa actual autonómica. De hecho, la previsión inicial de asistentes fue reducida ayer por la mañana ya a pocas horas de la toma de posesión.

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