Negro sobre blanco
Más allá del análisis en clave sindical, la realidad oficial, al menos la que no debería ocurrir, la exponen de forma clara las dos sentencias favorables de los juzgados de los contencioso de Vigo para los bomberos y condenatorias para el Ayuntamiento. Sobre todo para el concejal Carlos López Font, firmante del decreto «esclavista» impuesto hace año y medio, precisamente, para suplir la falta de efectivos. Entonces era el concejal de Seguridad Ciudadana, ahora, ese cargo, lo ocupa Elena Espinosa. El último fallo judicial, del TSXG y conocido este mes, deja claro que «no se cuestiona la necesidad del Ayuntamiento de Vigo de dotar de efectivos» el servicio, hasta completar los 20 mínimos establecidos, pero «lo que no es correcto (...) es que se proceda sin más a autorizar al jefe de servicio de manera genérica a suspender los descansos del personal».
Pero ambos textos no se quedan ahí. Aseguran de forma clara que el decreto impugnado no fue tratado en «ningún proceso de negociación», pese a que afecta a las condiciones de trabajo de los bomberos, modificando el calendario laboral, los horarios y las jornadas de los funcionarios. Para la jueza, es «evidente» que la decisión fue «impuesta» por el Ayuntamiento y se adoptó de manera «unilateral». . Se incide, a mayores, en que «el hecho de que los bomberos tengan turno continuado de trabajo de 24 horas debe entenderse como trabajo nocturno» y, por tanto, «no es ajustado a derecho que a dichos trabajadores se les encomiende la realización de horas extraordinarias de carácter estructural».