Municipios que son azules en las autonómicas y que se vuelven socialistas o nacionalistas en las locales

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente NIGRÁN / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Da igual la fórmula, los resultados dependen casi siempre del tipo de convocatoria

14 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace poco más de un año, tras las elecciones municipales, apenas media docena de concellos del área de Vigo aparecían marcados en el azul oscuro del PP, mientras el resto se repartía entre el rojo del PSOE y el azul cielo del BNG. Nada que ver con el tsunami popular del domingo.

Hasta los municipios en los que nacionalistas y socialistas gobiernan con mayoría absoluta se han visto engullidos por los de Feijoo. En el caso de Vigo, solo por un puñado de votos, aunque muy significativos, si se tiene en cuenta que Abel Caballero arrasa cuando juega en casa y que alienta el discurso contra Feijoo cada vez que puede.

Otro ejemplo es el caso de la alcaldesa de Tomiño, Sandra González (BNG), quien en los últimos comicios municipales repitió sin problemas con mayoría absoluto. Lo mismo le sucede a su compañera de partido Ánxela Fernández, en este caso al frente del concello limítrofe de O Rosal, que se estrenó en la alcaldía en mayo del año pasado.

Otras situaciones similares a las anteriores se registran en Nigrán y Gondomar, curiosamente también limítrofes y gobernados con mayorías absolutas del PSOE. Al frente del primero se encuentra Juan González y del segundo, Francisco Ferreira.

Si por algo se caracterizan los cuatro alcaldes es por el reconocimiento de sus vecinos. Los resultados de los comicios del domingo no les inquietan ni lo más mínimo, aunque el PP fuese la fuerza más votada en estos municipios. Están habituados a que cada elección desvele un resultado distinto, aunque sin duda, les gustaría que se repitiera el que más les favorece.

La explicación más habitual que ofrecen es que la gente distingue perfectamente entre unas y otras urnas.

Si algo demuestran estas contradicciones es que la población fideliza cada vez menos el voto y que, salvo en las localidades más pequeñas, la sociedad es muy plural. En esta apreciación coincide el alcalde socialista de Tui, Enrique Cabaleiro, quien aunque no gobierna con mayoría absoluta, ha tenido ocasión de comprobar lo volátil que es la papeleta en la actualidad. Bien es cierto que el panorama municipal de Tui es de lo más atomizado.

No falta quien achaca parte de las diferencias entre unas elecciones y otras a lo poco que se emplean los alcaldes a la hora de hacer campaña para sus candidatos. Algunos atrapan votos de otros partidos y no quieren arriesgarse a ver malas caras entre sus vecinos. Aunque la excepción es Fornelos de Montes, donde el PSOE de Emiliano Lage gana en las municipales, en las generales y en las autonómicas.

Otras veces el vuelco se achaca al excesivo personalismo existente en los gobiernos municipales y a esa cercanía de las administraciones locales. Juegan con el arreglo de caminos y la instalación de alcantarillados. Se trata de un concepto muy parecido al de los países nórdicos, donde se vota en función de lo que el candidato promete. De no cumplirlo, la papeleta se irá para otro.