Más de 250 trabajadores de BorgWarner celebran una asamblea contra los despidos en el parque de Zamáns para evitar el covid-19

Evitar los despidos. Ese es el objetivo. Más de 250 trabajadores de la empresa auxiliar de automoción BorgWagner acudieron ayer por la mañana a una asamblea al aire libre en el parque forestal de Zamáns cerca de las instalaciones de la fábrica donde se producen piezas para los motores de vehículos diésel. La preocupación es la tónica general entre los empleados de la multinacional norteamericana. La empresa ha parado antes de las elecciones un expediente de regulación de empleo, que iba a suponer el despido de 103 trabajadores. El expediente se ha retirado de momento porque los trabajadores iban a secundar masivamente una huelga a partir de este lunes. Además, habían convocado una concentración el último día de la campaña electoral delante del edificio de la Xunta. Estas movilizaciones Han sido suspendidas para entrar en un proceso de negociación en el que los sindicatos van a intentar evitar que se produzcan despidos. Desde el año 2018 ya han perdido el empleo en BorgWarner total de 140 personas, aunque hay que reconocer que en el centro de investigación de Porto do Molle ha sido contratados en este mismo período de tiempo una docena de ingenieros. El grupo ha sufrido la caída de venta de vehículos diésel. Al año salen de la fábrica de Zamáns 2 millones de equipos EGR que son válvulas que permiten la la recirculación de gases del motor para su mejor aprovechamiento y la reducción de emisiones de óxido nitroso. Pero ante la penalización de los motores diésel por parte de las autoridades europeas, unido a la crisis provocada por el virus covid-19, las ventas de la factoría han bajado en torno a un 40 % en los dos últimos años. La compañía norteamericana quieres reducir costes y apuesta por la fábrica de Viana do Castelo aunque la de Vigo es muy productiva y rentable y genera I+D.

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