«Nos quedamos todos sin empleo en la pandemia, pero no hay que rendirse»

a.m. VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Empiezan a ver la luz al final del túnel al conseguir él un trabajo

28 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Una familia de venezolanos en la que todos sus miembros perdieron el empleo al mismo tiempo por culpa de la pandemia empieza a ver la luz al final del túnel. El cabeza de familia, Pedro Paverich, comenzó ayer a trabajar como ayudante de cocina en el restaurante de las Islas Cíes, lo que será un verdadero desahogo para ponerse al día de las cuentas que dejaron pendientes al quedarse sin recursos por no poder cobrar ni un euro durante más dos meses. Su caso es el de muchas familias que se quedaron sin ingresos por culpa del cierre de negocios durante el confinamiento y que ahora empiezan poco a poco a remontar con el inicio de la temporada de verano. Pedro y su hija trabajaban en un mismo restaurante de la ciudad olívica de comida mexicana. Él prestaba apoyo en la cocina y ella atendía las mesas. Al cerrar el local, los responsables del negocio les dijeron que no podrían volverles a contratar porque el negocio tampoco funcionaba bien antes de la crisis sanitaria.

Del mismo modo, la mujer de Pedro, Emely, se encontraba empleada en una heladería desde el pasado verano y se quedó en el paro cuando se declaró el estado de alarma. El subsidio de poco más de 400 euros con el que se quedaron apenas les daba para pagar el alquiler y la luz, por lo que tuvieron que solicitar ayuda a la Asociación Freijeiro de Ayuda al Necesitado (AFAN) para poder subsistir y se retrasaron en el pago de facturas. La Federación de Vecinos Eduardo Chao también les echó una mano asesorándoles sobre las alternativas a su disposición para salir adelante. Recortaron gastos de donde pudieron pero no quisieron renunciar a la conexión de Internet para que uno de los hijos pudiese seguir las clases en el colegio por vía telemática.

Solución temporal

El trabajo de Pedro será una solución temporal, puesto que cuando termine el verano y dejen de acudir turistas a las Cíes, volverá a tener que buscar otra ocupación. Emely, que también ha conseguido un trabajo por horas tras finalizar el confinamiento, afirma que «hay que buscar y no rendirse». Esa es la mentalidad con la que afrontan el futuro. Son conscientes de que no será tarea fácil. Ella ejercía como docente en Venezuela, «pero aquí haré lo que me salga». Del mismo modo, Pedro, es técnico medio en contabilidad y posee más de 30 años de experiencia en tareas de logística. Una vez que obtuvo el permiso de trabajo tras solicitar asilo en nuestro país, «toqué muchas puertas y me saqué la ESO, pero ahora resulta que si no me cogen es por la edad, así que tendré que seguir fregando», afirma.