Dolores Villarino dimite como responsable de Urbanismo en Vigo

VIGO

M. Moralejo

HEMEROTECA. Fue en el año 2000

28 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Por medio de un escrito entregado en mano al alcalde por una funcionaria de confianza comunicaba Dolores Villarino al regidor vigués su renuncia al área de Gestión Urbanística. Era el 28 de junio del 2000.

La medida pilló desprevenido al grupo nacionalista y a media tarde Lois Pérez Castrillo todavía no había podido hablar con la dimisionaria para conocer el alcance real de su decisión.

No sabía, por tanto, que los socialistas habían decidido renunciar al departamento ante su escasa relevancia frente a Planeamiento, dirigido por el nacionalista Xabier Toba.

La justificación oficial de Villarino aludía a su deseo de dedicar todos los esfuerzos a la concejalía de Turismo. La realidad era que en los nueve meses de andadura del gobierno de coalición las tensiones en el área de Urbanismo habían sido constantes.

El alcalde designó un gerente que no contaba con el respaldo del PSOE, grupo que pretendía apartarlo del cargo mediante la modificación de los estatutos de la Gerencia. Para ello disponía de los votos del PP, que había apoyado en el pleno del Concello una reforma que privaría también al alcalde de importantes competencias en la materia.

Ese mismo día, la concejala socialista Dolores Villarino abandonaba la tribuna del Parlamento gallego al son de los aplausos de los diputados del Partido Popular. En su condición de parlamentaria, se había caracterizado por mantener un discurso bronco y tenso con el líder de los nacionalistas, Xosé Manuel Beiras, durante un debate en la Cámara sobre una propuesta de modelo de financiación autonómica del BNG.

Dicha iniciativa fue rechazada por los diputados populares y socialistas, pero fue Villarino la que, en su condición de portavoz, lanzó una retahíla de descalificaciones contra Beiras. «É un proxecto soberanista -le recriminó la política viguesa- e disgregador, froito do delirio patriótico e folclórico nacional».