A favor de la parcelación de las playas y en contra de la prohibición de comer

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

Miles de usuarios estrenaron ayer la división de los arenales con la llegada del calor

23 jun 2020 . Actualizado a las 17:41 h.

El sistema de división de las playas mediante bandas extensibles en Samil y O Vao funcionó ayer, primer día de intenso calor después de su instalación. Los bañistas se han adaptado a este procedimiento para garantizar la distancia social ideado por el Concello y que ha sido imitado en otros municipios. El despliegue de las cintas permitió que los bañistas se fueran dispersando a lo largo de todos los arenales a medida que avanzaba la tarde, evitando las temidas aglomeraciones. Su utilidad está por ver los fines de semana, cuando se produce la avalancha de ciudadanos a las playas. El gobierno municipal apela a la responsabilidad de los bañistas para no superar el número de diez personas por cada cuadrícula y evitar que la Policía Local tenga que practicar desalojos.

Las cintas se desplegarán cada mañana para recogerse a las nueve de la noche para poder dar paso a la limpieza de los arenales con el empleo de maquinaria.

Los bañistas parecen de acuerdo con esta medida, según una encuesta realizada a pie de playa en Samil. «Me parece una buena medida para no estar todos apretados, que es lo que suele pasar en esta playa», comentaba César Figueroa, mientras tomaba el sol. «Es más cómodo y más seguro. La gente está bien repartida y distanciada», asegura también Alba.

XOAN CARLOS GIL

Sin embargo, muchos ciudadanos consultados no entienden ni comparten la prohibición de comer anunciada por el alcalde el domingo, que no quiere que se lleven alimentos a los arenales. «Veo mucha gente que eso de no comer no lo respeta mucho. Cuando traes niños pequeños es muy complicado porque hay que darles la merienda. A lo mejor lo cambian», apuntaba la propia Alba. «Pienso que no pasa nada por llevarles unos sandwichs», comentaba también una persona de la tercera edad que acudió hasta Samil con sus nietos.

Valeria, estudiante italiana de Erasmus, percibía que se estaba superando el aforo en su zona. «Somos muchos más que diez, pero me parece una buena idea», decía. Ricardo, brasileño afincado en Vigo desde hace un año, cree que con una adecuada concienciación social no haría falta cuadricular las playas.

La prohibición de comer será motivo de polémica también en el salón de plenos del Ayutamiento. El edil no adscrito del BNG, Xabier Pérez Igrexas, considera que se trata de una «ocorrencia sen ningún tipo de base científica». «É difícil entender o motivo polo cal os nenos e nenas non van poder merendar na praia», aseguró ayer el edil nacionalista, que interpelará al gobierno municipal sobre esta cuestión en la próxima sesión de la comisión informativa de Medio Ambiente.

Otra de las quejas que ayer formularon los bañistas se refiere a la falta de información sobre el sistema de parcelación en las playas, dado que no hay paneles explicativos sobre el aforo en los accesos a los arenales. Muchas personas desconocían que el número máximo de usuarios en cada cuadrícula no puede superar la decena.