«En Tui sentí que estaba en la frontera de México con Estados Unidos»

VIGO

M.Moralejo

Trabajadores transfronterizos denuncian la arbitrariedad de la policía lusa y esperas de cinco horas

09 jun 2020 . Actualizado a las 00:26 h.

«En Tui sentí que estaba en la frontera de México con Estados Unidos, me negaron el paso hasta tres veces pese a que llevaba un mes cruzando con la misma documentación y me advirtieron que si lo intentaba de nuevo, me detendrían». Cecilia Puga explica el calvario que sufren a diario los trabajadores gallegos para intentar acudir a su trabajo. A los rodeos de hasta 200 kilómetros que han de dar muchos de los que antes tenían el puesto a cinco minutos de sus casas, se le suma ahora la arbitrariedad de la policía lusa y colas de dos horas casi habituales. «Tengo una peluquería en Portugal desde hace diecinueve años y es la primera vez que me siento una extranjera alli. El jueves, tras cinco horas para poder pasar porque me decían que no valían mis papeles de siempre, mi empleada y yo tuvimos que quedarnos a dormir en casa de clientas lusas para poder volver a trabajar, por el miedo de cruzar la frontera», explicó esta mañana mostrando su preocupación porque mañana ha de reabrir de nuevo el negocio y no sabe cómo podrá hacer.

Ella hizo hoy de portavoz de los miles de trabajadores gallegos que sufren este cierre de frontera «injusto e incomprensible». Doce alcaldes de la ribera del Miño, seis gallegos y seis lusos, se reunierpn este mediodía en el puente internacional que une Salvaterra y Monçao para reclamar el paso de los trabajadores «porque cada día que pasa cerrado son nuevos trabajadores que tienen que renunciar a sus puestos porque no pueden asumir los gastos de desplazamientos, y empresas que cierran», ha advertido el alcalde de Monçao.

Su homóloga de Salvaterra, Marta Valcárcel, ha hecho un llamamiento «a la cordura y a la sensatez de los Gobiernos Centrales. Está claro que no conocen sus territorios porque las medidas que se están tomando aquí solo pueden ser fruto de un desconocimiento de la realidad». El diputado Uxío Benítez recuerda que por este puente internacional, que para los municipios que une no era más que una calle de quinientos metros hasta el 17 de marzo, deberían estar pasando 10.000 vehiculos de media al dia igual que otros 6.000 por el de Tomiño. Estas cifras evidencian la necesidad de paso y el embotellamiento del único abierto en Tui, insisten los alcaldes.

«Solo queremos sobrevivir. Cada día nos llaman a la puerta de los ayuntamientos más vecinos que antes vivían bien y que ahora están pasando hambre y necesidad. No pedimos que se reabran los puentes, solo que se deje pasar por ellos a los trabajadores y solo hay que poner los medios, simplemente haciendo los mismos controles que en Tui en los demás», manifiesta el alcalde de Monçao, Antonio José Fernades Barbosa. Para el regidor luso, la situación que sufre la rabia evidencia «cómo el covid-19 puede aniquilar una economía local, hablamos de supervivencia», reclamó flanqueado por otros once alcaldes y dos vecinos que portaban pancartas con el lema «Déjennos trabajar». «Queremos a Europa de vuelta», dijo el alcalde de Cerveira, Fernando Nogueira mientras desplegó la bandera que portaron entre todos los regidores.

«Abran las fronteras por favor», clamó Vítor Domingues. Este trabajador de Monçao confirmó que ya son «muchos» los compañeros que han tenido que renunciar a sus empleos por no poder asumir costes «inexplicable». Ninguno de los.presentes, al igual que las oenegés de ambas riberas de Miño que respaldan esta iniciativa, entiende por qué no se permite el paso en los otros puentes con el mismo control que en el de Tui.