La «raia» portuguesa se asfixia sin Galicia

mónica torres m.torres VALENÇA DO MINHO / LA VOZVALENÇA / TUI

VIGO

Solo el 10 % de la fortaleza de Valença, la mayor área comercial a cielo abierto del país, ha reabierto sus puertas

30 may 2020 . Actualizado a las 00:49 h.

«¡Qué alegría escuchar hablar a un español! ¿Cuándo abren por fin la frontera?». Tras más de dos meses de confinamiento, a Felipe Araúxo, trabajador de la Cámara Municipal de Valença, le sorprende más ver un coche con matrícula del país vecino en la feria que el reestreno del mercadillo más popular de la frontera. Y no era el único. La irrupción de un gallego en el campo ferial que vigila con sus compañeros de Protección Civil, encargados de supervisar el cumplimiento de las nuevas normas sanitarias, provocó cierto revuelo. Este mercadillo ha regresado al 80 % de ocupación, pero sin pulso más allá de las primeras horas. «Non serve de nada o noso traballo se non abren a fronteira», advierten los dos primeros comerciantes de la explanada. «Estamos asfixiados. Non importa traballar a 35 graos, pero necesitamos recuperar aos nosos clientes, que son galegos», apunta otro de los vendedores.

«É verdade que España non vai abrir ata o 1 de xullo?». La pregunta se repite en cada puesto del mercado semanal y, especialmente, en la fortaleza. El mayor centro comercial a cielo abierto de Portugal agoniza. El silencio a media mañana es sobrecogedor. Solo han abierto un 10 % de las tiendas que acoge el recinto amurallado, de cinco kilómetros de perímetro, confirma el Concello. En calles semidesiertas, bajo un sol de justicia, se cuentan con los dedos de una mano los comercios abiertos y también llama la atención la proliferación de carteles con reclamos como «alúgase» o «pássase».

«A xoiería de meus pais leva aquí dende 1967, pero nunca miraron tal cousa. A nosa tristeza é inmensa, porque é unha cidade fantasma», señala María Emilia Cacho, que lleva más de dos décadas al frente del negocio en el que dio sus primeros pasos. «Sempre quixemos moito aos galegos, pero é agora cando máis conta nos damos do que nos necesitamos. Que máis dá poder ir a Porto ou Lisboa? O importante para o norte de Portugal é Galicia», insiste tras abrir por primera vez las puertas de la joyería en semanas.

«Estamos a sufrir moitísimo. Nós non podemos esperar a xullo. A maioría das tendas da fortaleza non van reabrir ata que o faga a fronteira, e algunhas, do mesmo xeito que algún dos restaurantes máis antigos, xa non van poder retomar a actividade», lamenta Joelma Rocha.

No es solo una cuestión económica. La raia es una unidad territorial sobre cinco puentes de pilares de piedra en el Miño que centrifugan proyectos comunes. También de vida. «Tres meses levo sen poder ver o meu namorado porque é de Zamáns», deja caer Joelma Rocha. El alcalde de Tui, Enrique Cabaleiro, argumenta en la misma línea, porque esta crisis tiene un peso emocional difícilmente asumible y solo comparable con el que soportan familias separadas por límites provinciales en esta fase 2 de Galicia. «É un custo moi grande, cultural e social. Hai familias divididas porque residen nun país pero algún está censado no outro, e levan case tres meses separados», confirma el regidor tudense. «O sur galego e o norte de Portugal somos un único pobo e estannos asfixiando, é un suicidio», apunta su homólogo valenciano, Manuel Lópes.

La sintomatología es común en los municipios gallegos en los que el cierre de fronteras deja un reguero de víctimas que crece sin remedio y para el que tampoco encuentran explicación. «Só pedimos que poñan algún control nas outras pontes para que os traballadores transfronteirizos non teñan que renunciar aos seus empregos», insisten los afectados.

«O tempo dos Felipes xa acabou, que non pensen os españois que só mandan eles. Hai que abrir as fronteiras»

Al alcalde de Valença, municipio en el que nació hace 65 años, le ha faltado tiempo para contestar al anuncio del Gobierno de España de mantener las fronteras cerradas hasta el 1 de julio. La respuesta de Manuel Lopes es contundente: «O tempo dos Felipes xa acabou, que non pensen os españois que só mandan eles». Ajeno a la coincidencia de nombres, el regidor luso se refiere a la época en la que un único soberano de la Casa de los Austrias gobernaba toda la península. «Os nosos gobernantes só pensan en Madrid ou Lisboa, pero nós temos realidades moi distintas das que teñen as grandes cidades. Non morremos da doenza, senón da cura», advierte el presidente de la la cámara municipal. Lopes insiste en que mantener la frontera es desmembrar una única sociedad. «Nin nos tempos de Salazar ou Franco se pecharon así», insiste el alcalde, que apuesta por el reencuentro entre riberas para reconstruir una nueva realidad. En la parte moderna de Valença, el comercio funciona al 50 %, y otro tanto espera por Galicia. El turismo rural se perfila como salvoconducto. «As casas de turismo rural teñen reservas do 60 % de xullo a setembro, e cremos que imos chegar ao 100 %, cando antes o máximo era o 40, e só en agosto», avanza.