El técnico apuesta por un lugar en la Segunda B Pro y critica que no pudiesen luchar por el ascenso a Segunda A
25 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Míchel Alonso Naya (Ferrol, 1974) comienza a edificar el próximo proyecto del Coruxo con la premisa de dar continuidad a gran parte de la plantilla y con el objetivo de luchar por un puesto en la Segunda B Pro, pero al mismo tiempo cierra el año convencido de una injusticia: que no les dejaran luchar por estar en un play off de ascenso a Segunda A que tenían a tiro.
-¿Qué balance hace de este año inconcluso en el Coruxo?
-Creo que fue un año muy bueno en todos los aspectos. A nivel clasificatorio, al final quedamos a las puertas de poder entrar en el play off y la sensación que tenemos todos es que lo hubiéramos peleado seguro, porque lo teníamos cerquita y sobre todo por las sensaciones que dio el equipo a lo largo de todo el año. Creo que además de hacerlo bien a nivel de puntos, tuvimos un juego atractivo, que éramos un equipo fiable que fue de menos a más y fue una pena que nos pudiéramos acabar porque hubiéramos peleado por poder meternos.
-¿Fue injusta para usted la decisión de dar por acabada la liga?
-Sí. Puedo entender que determinen que 28 jornadas valen de baremo para cuatro equipos pelear por el play off por ascender, pero lo mismo debería pasar por abajo. Me parece una decisión parcial y a nosotros, que quedamos de quintos a las puertas del play off, nos equipararon al último. Creo que eso es injusto.
-¿El objetivo del Coruxo debe ser meterse en esa Segunda B Pro?
-Es un año como para pensar en eso, porque si al final no lo logras, estarías casi descendiendo, y si haces un mal año y desciendes, acabas bajando dos categorías, que es un drama. Toda esta historia que están montando hace que vaya a ser un año corto pero complicado, intenso y difícil en el que vamos a intentar pelear por estar en la Segunda B Pro.
-¿Eso va a mediatizar la confección de la plantilla?
-La baza del Coruxo es darle continuidad a este proyecto, a esta plantilla, y la idea va por ahí. Habrá algún cambio, algún jugador que rechace continuar y algún cambio que surja por nuestra parte para intentar mejorar la plantilla, pero la idea básica es darle continuidad y nuestra fuerza va a estar ahí.
-¿Cuántas altas y cuantas bajas en ese proyecto de continuidad?
-Estamos hablando con la gente y la intención es que siga un número importante de jugadores de los de este año.
-¿Económicamente será un proyecto a la baja como todos?
-Sí, hay que ajustarse. También con la gente que puede continuar es lo primero que hay que hablar porque es cierto que esto porque el tema presupuestario lo va a modificar y es algo que debemos tener en cuenta.
-A nivel personal, ¿qué supone la renovación por dos años?
-En los tiempos en los que estamos, con una situación complicada, que te ofrezcan dos años lo valoro mucho, también en dónde estoy y que se me valore. Esto es más importante para mí que ofertas que podía recibir de fuera que siempre están condicionadas a otras historia. Estoy encantado de estar en donde quiero estar y por eso decidí renovar.
-¿De sus mejores años como entrenador por lo que se le reconoció al equipo en cuanto a fútbol más allá de los puntos?
-Se le reconoció mucho, pero yo tuve un ascenso con el Somozas a Segunda B y nos mantuvimos con una segunda vuelta brillante. Es cierto que al Coruxo se le está reconociendo mucho y creo que el juego del equipo ayudó a que a la gente le gustara lo que veía. Lo doy como un año bueno, pero creo que no fuera el mejor.
«¿El nuevo formato? De salida me parece una locura y malo para el nivel de la categoría»
El renovado entrenador del Coruxo no está para nada de acuerdo con la propuesta de hacer subgrupos en Segunda B, de que sean 100 los equipos de la categoría y que no se juegue por proximidad geográfica. Advierte de que los filiales tendrán un potencial por superior al resto por su poder adquisitivo.
-¿Qué le parece la propuesta de formato de cara a la temporada próxima?
-De salida es una locura y creo que es malo para el nivel de la categoría. Que haya 100 equipos es perjudicial y, a partir de ahí, todo lo que viene es complicado. Se habla de cinco grupos, luego subgrupos... Falta que aclaren muchas cosas, pero sí que parece que habrá una primera parte de la liga que va a ser corta, de 18 partidos, que va a ser complicada para todos. Los equipos que no vayan a quedar lastrados económicamente, que los habrá, o los filiales. Para ellos va a ser un año para meterse en la Segunda B Pro, porque tienen un potencial económico que les va permitir hacer equipos incluso sacándose de fichar jugadores sub-23. Tampoco hay ninguna norma que lo rija y creo que van a ser para el próximo año los rivales más complicados.
-¿Qué puede suponer no coincidir con el resto de los equipos gallegos en esos subgrupos?
-Puede chocar que no juguemos contra el Celta B y lo hagamos contra el Andorra. Creo que podrían poner a todo el mundo de acuerdo en lo de jugar por proximidad por temas económicos. Hablan de premiar la clasificación y por eso lo quieren hacer así, aunque no está todavía aprobado, pero creo que en Segunda B igual el que quedó de último un año al siguiente puede pelear por el play off porque eso en esta categoría pasa.
-¿Es partidario de la proximidad geográfica?
-Sí, con independencia de que luego nos pueden tocar filiales como el Celta B que tendrían capacidad para hacer un equipo superior a la media.
-Está convencido de que los filiales van a apostar fuerte.
-Alguno ya lo dijo públicamente. Como no hay reglamentación en cuanto a jugadores, que es algo que debería haber, porque yo no creo que sea necesaria una liga de filiales sino que están bien aquí, pero sí que deberían tener una limitación por edad y a partir de ahí, mi sensación es que habrá proyectos muy fuertes que es evidente que desvirtúan la competición. Nosotros este año jugamos contra el Castilla con un jugador que le costó 30 millones de euros, que es una barbaridad.