Una veintena de marineros parte de Baiona a las Seychelles para pescar atunes
18 may 2020 . Actualizado a las 00:01 h.De confinamiento en casa al encierro en un buque de pesca. La vida sigue para los marineros que faenan en alta mar. El estado de alarma ha retrasado la vuelta de las tripulaciones de los atuneros del Índico y la incorporación al trabajo de los que se encontraban descansando en sus casas. Pero ayer, por fin, llegó el momento de proceder al cambio de turno. Una veintena de trabajadores del mar de toda la provincia partieron desde Baiona rumbo a las Islas Seychelles. Viajaron en autobús hasta el aeropuerto de Madrid, donde tenían previsto tomar un vuelo directo al archipiélago del Índico contratado por la compañía Atunsa.
En total, sesenta marineros de toda Galicia se despidieron de sus familias hasta dentro de cuatro meses, cuando esperan regresar si las circunstancias lo permiten. Confían en que no se produzca un nuevo rebrote que obligue a otro confinamiento y tengan que aplazar su vuelta a casa, como les ha ocurrido a los compañeros a los que van a sustituir en este viaje. «Los que están allá tuvieron que echar más tiempo al estar cerrados los aeropuertos», comenta Oscar Abal, de Cambados. Ayer había tripulaciones de tres barcos diferentes de la compañía.
Algunos tenían que haberse marchado ya a finales de marzo y no lo pudieron hacer, por lo que prolongaron sus vacaciones, comentaba Ángel Pastoriza, de Ardán, engrasador del Artza.
José Manuel Goyás, calderero, señalaba que ya están acostumbrados a pasar largos períodos de tiempo recluidos. «En en el barco echamos cuatro meses encerrados, pero estos días de confinamiento han sido un aburrimiento muy grande». Sin embargo, dentro del barco el confinamiento se lleva mejor porque están entretenidos trabajando. «Seguiremos como si estuviéramos de cuarentena, pero más entretenidos», afirma.
Los marineros agradecen conservar sus puestos de trabajo y no verse afectados como está ocurriendo en otros sectores. «Donde estamos seguimos cobrando igual. Mucha gente no ha tenido esa suerte. En la costa hay mucho barco parado. Mucha gente dejó de trabajar y no sigue cobrando. Esto va a afectar mucho a la economía», afirma José Manuel.
Juan Carneiro, otro tripulante del Artza comentaba que ellos no se están viendo perjudicados por despidos ni ertes y cobrarán lo mismo. «Vamos muy animados como siempre», asegura.
Medidas
Su empresa ha tomado medidas para garantizar una campaña atunera sin contratiempos. Les ha hecho pruebas del coronavirus a todos los marineros que están a punto de embarcarse. De esta forma, podrán trabajar sin necesidad de guardar una distancia social cuando se encuentren embarcados. Además les facilitó guantes y mascarillas para usarlas durante el traslado.
«Teóricamente todos estamos bien. Los resultados de las pruebas nos dieron negativo. Una vez en el mar no debería de haber ningún problema», manifestaba ayer Ricardo Acuña, vecino de Bueu.
Las empresas atuneras vascas que contratan marineros gallegos también han adoptado medidas de seguridad en las embarcaciones para prevenir el coronavirus. Se ha limitado al máximo el acceso a los barcos de personal externo y que los miembros de la tripulación puedan bajar a tierra.
El atún es uno de los pescados de los que más se han aprovisionado los consumidores durante la crisis del coronavirus. El suministro y su trazabilidad ha estado garantizada durante toda la crisis sanitaria.