Reabrió su clínica el lunes. Atiende a ocho pacientes al día y tiene la agenda de la semana completa
06 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.A Laura Carballo y a Daniel Soler, las medidas impartidas por el Ministerio de Sanidad en cuanto a la reapertura de clínicas fisioterapéuticas le parecieron «algo escasas». Se habían propuesto el mes de mayo como fecha límite para volver a atender en su local a los pacientes, pero tenían claro que querían hacerlo bajo unas medidas de seguridad, protección e higiene avanzadas.
El Gobierno aconsejaba la limpieza de la clínica dos veces al día y, sin embargo, en el local de Urzaiz 59 lo hacen cada vez que cambian de paciente. «Limpiamos el suelo, las camillas, los pomos, las puertas, el baño en caso de que lo haya utilizado», explica Laura. Entre cita y cita dedican quince minutos a esta limpieza.
Igualmente, la fisioterapeuta de 36 años decidió comprar una máquina de ozono para la desinfección del habitáculo, «y hemos dividido las salas en zona limpia y zona sucia. Esta es donde los pacientes depositan su ropa, zapatos y demás elementos que traigan consigo», aclara. Asimismo, en esta zona disponen de lejía y agua para la higiene de manos, para acceder a la de trabajo sin riesgos.
Desde el lunes, Laura está atendiendo sola en la clínica (Daniel llegará la semana que viene). En esa jornada recibió a seis clientes, el martes fueron ocho y, aunque «con un ritmo de visitas menor que en una semana habitual», la agenda de este centro fisioterapéutico del centro de Vigo ya está cubierta para esta semana y la que viene.
A su compañero sí, pero a ella no le concedieron en marzo el cese de su actividad por el estado de alarma. La fisioterapeuta estuvo atendiendo a algunos pacientes a domicilio desde el pasado 15 de abril. «Me encontré con algunos casos heavies, como dos embarazadas con pubalgia que no podían abrir las piernas», relata Laura.