«Será raro haber empezado la Champions con un club y acabarla con otro»

m. v. f. VIGO / LA VOZ

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STEPHANE ALLAMAN / DPPI / AFP7

Rodrigo Corrales se clasificó para la fase final con el PSG y, al posponerse, la jugará con el Veszprem

01 abr 2020 . Actualizado a las 08:10 h.

El jugador cangués de balonmano Rodrigo Corrales se enfrentará el próximo diciembre a una situación completamente atípica. Se clasificó para la fase final de la Champions con el PSG, pero la epidemia de covid-19 ha obligado a posponer esa cita para diciembre, y para esa fecha él sera jugador del Veszprem húngaro, otro de los equipos clasificados. De este modo, podría tener que enfrentarse en la lucha por el título al equipo al que ayudó a llegar hasta allí.

Corrales admite que es chocante tener que afrontar ese escenario, aunque se decanta por esta posibilidad frente a la otra que se había planteado. «Somos profesionales y si se toma esa decisión, hay que respetarla. También prefiero jugar en esa fecha que en agosto, que supondría disputar al principio el partido más importante de la temporada. Era una locura», dice buscando el lado positivo de la que ha sido la elección definitiva.

Si de él hubiera dependido, prefería «que se hubiera cancelado» y que la nueva cita con cuatro equipos tuviera otro nombre. «Es una situación extraordinaria y un capítulo negro no solo en el deporte, sino en la sociedad. Lo mejor era pasar página y empezar un nuevo capítulo, no aplazarlo y estar recordando todo», indica. Además, esa final four se jugará cuando ya haya empezado la Champions 2020/2021.

«En mi caso, he empezado la competición con un equipo y la tengo que terminar con otro. Incluso puedo enfrentarme al PSG en una hipotética final habiendo sido el equipo con el que llegué hasta ahí», comenta. Hay otros compañeros en su mismo caso, pero luego están los que también se clasificaron y, o se retiran, o han fichado por equipos no clasificados y se quedan sin disputarla. «Son jugadores que también llegaron hasta ahí y no van a poder ser partícipes. Va a ser muy complicado y muy triste para mucha gente», analiza.

El cangués no es ajeno a que «hay temas económicos y muchas cosas en juego». También confía en que cuando llegue diciembre, una vez integrado en el Veszprem, las sensaciones serán diferentes. «Lo encararé como jugador del Veszprem. Pero a día de hoy y hasta el 30 de junio, soy jugador de París, no se ha terminado esta etapa», argumenta. Y recuerda que esta temporada la comenzó con la ilusión de ganar la Champions con el club francés y no va a tener la posibilidad de lucharlo con ellos.

Lo que tiene clarísimo Corrales es que no queda otra que asumir que la situación es la que es. «En toda decisión que se tome siempre habrá perjudicados y beneficiados, como los jugadores que no se habían clasificado y jugarán. Es una situación extraña y comprometida, pero nadie puede hacer la guerra por su cuenta», sostiene.

El fichaje de Corrales por el Veszprem se hizo oficial en diciembre, meses antes de acabar la temporada. «En balonmano no suele ser un problema a no ser que sea entre clubes rivales entre sí», explica. Entiende que es fruto de una planificación con tiempo, mientras que si compara con el fútbol considera que «tienen más presión social y a veces se hacen movimientos para calmar los ánimos». La clave para él es tener claro que a día de hoy es jugador del PSG a todos los efectos.

«Volver era poner en riesgo a mi familia de manera inútil»

La mayoría de los compañeros extranjeros de Corrales volvieron a sus países con permiso del club. Él también pudo hacerlo, pero decidió permanecer en París, donde le acompaña su pareja, y pasar allí el confinamiento mientras espera acontecimientos. Dentro de lo que cabe, y pudiendo salir a hacer ejercicio, le está resultando llevadero.

El deportista explica que su elección fue quedarse por varios motivos. «Quise esperar a ver qué pasaba, si se reanudaban los entrenamientos. Además, no creía que viajar fuera lo más correcto», comenta. Porque se hubiera confinado con su familia y piensa que podría haberles puesto en riesgo «de manera inútil». «Estoy bien aquí, no tenía la necesidad imperiosa de irme y si lo hacía tenía claro que no iban a ser unas vacaciones. No tenía mucho sentido cambiar de residencia para seguir encerrado», valora.

Dentro de que es «una situación triste» tanto dentro como fuera del deporte y de que admite que existe mucha incertidumbre, su opinión es que «no es tanto» lo que se ha pedido a la ciudadanía. «Tenemos que estar en casa y es cierto que es duro y no estamos acostumbrados, pero lo estoy cumpliendo a rajatabla», indica.

Ahora sigue a la espera, ya con su equipo como campeón de una liga que se ha dado por finalizada. «Es raro, porque además estábamos haciendo una liga increíble, estábamos a cuatro partidos de ganarla con ocho pendientes y buscábamos el récord de imbatibilidad», comenta. No hay duda, dice, de que hubieran preferido ganar sobre la pista «como tiene que ser», pero a la vez acepta que «era imposible».

Con las competiciones definidas, la temporada a nivel competitivo está acabada, también con la selección. «No sé si podremos volver a entrenar cuando acabe el confinamiento. Supongo que será complicado por los protocolos, con entrenamientos individuales», prevé. De ahí que crea que «sin un objetivo a corto plazo igual no merece la pena correr riesgos». Por otra parte, le gustaría poder despedirse de sus compañeros.

La decisión en España

Corrales cree que en España se ha tomado la decisión correcta al descartar los ascensos, de lo que se beneficia su club de formación, el Cangas. «Hubo mucho ruido, pero se ha tomado la misma decisión que en el resto de Europa y creo que es la mejor». Recuerda que el Cangas se salvó varias veces en la recta final.