«A nivel deportivo es todo caótico, pero es lo que toca y ya está»

míriam v. f. VIGO / LA VOZ

VIGO

CEDIDA

La tiradora, que aspira a estar en los Juegos, pasa el confinamiento en su casa de Pontevedra

06 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La tiradora del club vigués El Olivo María Mariño vive estos días de confinamiento en su casa de Pontevedra en medio de una gran incertidumbre, la palabra que más repite cuando habla de la situación actual. Llevaba meses residiendo en Italia, uno de los países donde antes y más fuerte golpeó la pandemia, pero la explosión del problema le pilló en Estados Unidos, adonde se había desplazado a competir. Aquel grand prix en el que se disponía a participar se canceló como preludio de lo que iba a pasar con todas las demás citas de la temporada. Incluidos unos Juegos de Tokio para los que mantenía opciones de clasificación.

-En septiembre se mudó a Italia. ¿Dónde le pilló la crisis del coronavirus?

-Estaba allí y empezó a haber casos dos semanas antes de una competición que teníamos en Estados Unidos. Se desató todo el lío y teníamos miedo de que hubiera problemas para viajar, así que nos fuimos dos semanas antes de la prueba, que al final se canceló porque también aparecían los primeros contagios. Estando allí comenzó lo gordo en Madrid y el mismo día que se canceló, sacamos vuelo y nos vinimos a casa. Hice Los Ángeles-Madrid y Madrid-Santiago.

-Será un alivio haber podido volver a casa a tiempo, ¿no?

-Sí, dentro de lo malo, mejor aquí que en Italia. A nivel sanitario, aquí estás cubierto y si surge cualquier problema, mejor que me pille en España.

-¿Cómo era la situación en Italia antes de su viaje a Estados Unidos?

-Todavía no había muchas medidas. Creo que habían cerrado colegios en el norte y la cosa empezaba a ponerse revuelta, de ahí el miedo a no poder entrar en Estados Unidos viniendo de allí. La Federación nos recomendó hacerlo así y nos sacó esos vuelos para bastante antes de la prueba.

-¿Cómo está afrontando esta situación inesperada?

-A nivel deportivo, está siendo un poco caótico. Hay mucha incertidumbre. De momento han anunciado una nueva fecha para los Juegos, pero hay que saber qué pasa con las competiciones que quedaban tanto de esta temporada como de la próxima en esas fechas. Estamos sin saber lo que va a pasar, pero asumiendo que ahora mismo hay cosas bastante más importantes, que esto lo que toca es esto y ya está. Tengo la suerte de que no me ha tocado de cerca, ningún familiar ni amigo tiene problemas de salud, así que no me puedo quejar mucho.

-¿Qué tal están resultando los entrenamientos en casa?

-Es complicado por las limitaciones que tienes, porque hay muchas cosas que no puedes hacer. El preparador físico nacional sigue enviándonos plannings todas las semanas para hacer en casa y mantener la forma, pero a nivel específico de esgrima, todo lo que es saltos, técnica, cardio, etc., es muy difícil. No podemos correr y hay quien tiene bici o cintas que le puedan servir, pero yo no tengo nada y vivo en un piso, así que no es sencillo.

-¿Cómo le está afectando a nivel psicológico?

-Creo que es importante no dejar de hacer cosas, tener una rutina al menos de lunes a viernes para mantenerte activo, ocupado y sentirte útil. Intento hacer eso, no contar días, porque no sabemos hasta cuándo y eso es lo más duro. Hay mucha incertidumbre por no saber cuándo termina esto ni cómo serán las cosas después, porque tampoco creo que de un día para otro todo vuelva a ser como antes. Procuro centrarme en que de salud estoy bien y los míos también. Hay que quitar el foco de uno mismo y pensar en los que no tienen esa suerte.

-¿En qué momento estaba usted de cara a la clasificación para los Juegos?

-Ahora mismo está todo parado y no han dicho nada sobre el sistema de clasificación. No puedo decir nada seguro, no lo sé. Me imagino que intentarán que las cosas continúen de la manera más parecida posible a como estaban y yo seguiría con alguna opción de ir al Preolímpico, pero ahora mismo está todo en el aire y no lo sé con seguridad.

-¿Comparte la decisión del aplazamiento de los Juegos?

-Sí, totalmente. Creo que no era viable hacer unos Juegos ahora, para todos y para todos los deportes. Somos muchos los países que estamos sufriendo esta pandemia, la mayoría, y no se podía hacer un papel digno sin poder prepararnos de la manera en que se debe preparar una cita como esa. Que se hayan pospuesto es lo más justo.

«Te pegan un frenazo que no esperas y te quedas fuera de juego»

Esta estaba siendo una temporada diferente para María Mariño, que había hecho las maletas meses atrás para irse a Italia y, como consecuencia del trabajo realizado allí, estaba mejorando de manera considerable sus resultados con respecto a años anteriores. Por eso admite «rabia», pero siempre desde la aceptación de la situación.

-¿Cuál era su balance de la temporada hasta el parón?

-Estaba siendo muy buena y, en ese sentido, me da rabia. Tenía buenas sensaciones, me estaba encontrando bien y estaba entrenando bien también. Te pegan un frenazo que ni esperas ni contemplabas y te quedas fuera de juego, pero no se puede hacer mucho más que intentar seguir en forma para retomarlo lo mejor posible cuando llegue el momento. No sabemos qué plazos vamos a tener. Mi temporada normalmente acaba en julio o agosto y ahora igual empieza en esa fecha.

-Su previsión era estar toda la temporada en Italia. ¿Cómo surgió irse allí?

-El nivel más alto de esgrima está allí y mi novio llevaba un par de años. Llevaba tiempo mirando cómo compatibilizarlo con mi trabajo y esta temporada me animé. Esta muy contenta, entrenando a gusto y espero poder volver en cuanto se pueda.

-¿En qué medida vincula la mejoría de resultados con esa decisión?

-Todo influye. El ritmo es mucho más alto y, aunque el trabajo a nivel técnico y táctico igual se nota en mayor medida a más largo plazo, ese cambio de estar todos los días tirando con chicas que son campeonas del mundo, de Europa u olímpicas se nota en la pista. El mundo de la esgrima es muy familiar, estamos todos muy unidos y, aunque sea en la distancia, nos apoyamos mucho unos a otros.