«Nos llaman parejas que no se iban a casar y ahora quieren boda, y a lo grande»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

cedida

Fabián Figueroa, profesional vigués del sector de eventos, detecta «muchas ganas de celebrar a la salida»

13 abr 2020 . Actualizado a las 15:26 h.

El vigués Fabián Figueroa vive con doble angustia su trabajo en el sector audiovisual. El productor compagina proyectos de ficción, rodajes de películas, videoclips, giras de cantantes internacionales o campañas publicitarias con su empresa La Sombra Estudio, con trabajos singulares de foto y vídeo social y de bodas en la empresa Besando al Sapo, que lleva junto a su socia, la fotógrafa Zaira Novas. Figueroa recoge el sentir de un gremio al que en este momento le afecta de lleno la crisis sanitaria generada por el coronavirus. «No quiero centrarme en nuestro caso personal porque es un problema de todos», asegura en profesional que según datos del sector, comenta que en Vigo se celebran al año alrededor de 900 enlaces.

-¿De qué forma están gestionando las cancelaciones?

-Todos los agentes que participan en la organización de una boda estamos muy conectados, desde wedding planners a floristerías, dj’s, pazos, restaurantes, etcétera. Marzo y abril ya se dan por perdidos. Para mayo aún no estaba claro y no se habían cancelado fechas, pero ahora ya sí. Estamos haciendo reuniones por videoconferencia y tratando de buscarles otras para este año, colocándolas en viernes y domingos. Es complicado porque, por ejemplo, nosotros tenemos cerca de 40 programadas este año y volver a encajarlo todo es un lío. Luego hay otros problemas añadidos para los contrayentes. Por ejemplo, aunque mantuvieran fechas, hay cosas que no pueden hacer en casa. Las pruebas de vestido, entre ellas.

-¿Cree que salvarán el verano?

-Eso esperamos. En primavera no hay tantas y nosotros pensábamos dedicarnos a organizar la nueva temporada con calma. Ahora estamos ajustando nuevas fechas y creemos que siendo optimistas, salvaremos julio y agosto. Hay novios que nos preguntan si podrían tener un hueco para un viernes de noviembre. ¡Lo que sea!

-¿Entonces no hay nuevas peticiones?

-Curiosamente las hay. Es una de las cosas que más nos está sorprendiendo. Puedes pensar que la estar la gente tanto tiempo junta metida en casa, acabe peleándose y olvidándose de casarse. Pues no, muchos están aprovechando que ahora tienen más tiempo, para organizar sus enlaces con calma para el año que viene. Nos hemos dado cuenta de que hay muchas ganas de celebrar a la salida, en vez de pensar en si van a tener trabajo cuando acabe esto, si su negocio sigue adelante o si toda la familia está bien. Nos han llamado parejas que no se iban a casar y lo han decidido estos días. Incluso hay casos de otras que iban a hacer una boda íntima y ahora quieren que sea todo lo contrario, a lo grande. De repente piensas en reunir a personas que antes tenías olvidadas y ahora han cobrado más importancia, amigos o familiares con los que casi nunca hablabas. Han tenido que encerrarnos para que se recupere el planeta y nosotros nos recuperemos socialmente.

-En cuanto a su faceta en la industria audiovisual, ¿ha tenido que parar también muchas cosas?

-Eso es un engranaje milimetrado y si cae algo, cae todo. Con todo el parón audiovisual va a ser un lío tremendo la vuelta, pero lo bueno es que se reanuda todo a la vez. Nosotros hemos tenido que parar el rodaje de una serie de cinco cortos que estábamos haciendo con Apamp para la Fundación ONCE, terminamos de editar en medio de la cuarentena un videoclip del grupo puertorriqueño VF7, que se estrenará a nivel mundial el 24 de abril y dejamos para más adelante otros que íbamos a hacer con los canarios Adexe y Nau. Nosotros también colaboramos en la producción del filme de Ignacio Vilar, María Solinha, que seguramente aplace su estreno.