El técnico volvió de Portugal con todos los síntomas aparentes del coronavirus, no le dieron cita pese a pedirla su médica y se recuperó en casa
29 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Club Flic-Flac de gimnasia acrobática acudió el mes pasado a una competición en Maia (Portugal). Allí Jorge Méndez, su máximo responsable técnico y también seleccionador español de la disciplina, estuvo en permanente contacto con un entrenador sevillano que más tarde dio positivo en coronavirus. A su regreso a Vigo, notó todos los síntomas del COVID-19 y su médica de cabecera pidió una prueba a que a día de hoy todavía no llegó a realizarse. No obstante, después de siete duros días postrado en cama en su domicilio y mucho Paracetamol, el técnico vigués se siente recuperado por completo.
Porque Jorge Méndez (Vigo, 1972) es autodidacta hasta para curarse. Cuando no existía la gimnasia acrobática en estos lares, se las ingenió para aprender (a golpe de convertirse en rata de biblioteca para empaparse de una disciplina que entonces recibía el nombre de acrosport) y fue capaz de crear un club de referencia desde la nada, y ahora ha sido capaz de ganarle al «bicho» con sus propios medios.
«Logo de estar en Maia cun amigo de Sevilla que deu positivo, cando volvín tiña todos os síntomas: febre alta, dor de cabeza, corporal e tos», comenta Jorge Méndez. Entonces recurrió a su médica de cabecera, que pidió una prueba que todavía no se ha realizado a día de hoy. «Teoricamente terían que vir a facerme unha proba e sigo esperando, pero xa podía estar morto. E a cita non a pedín eu, senón a miña médica», explica. Y tampoco le dieron cita para realizar el autocovid: «Tamén a pedín e sigo esperando».
Y sin ayuda externa, el técnico consiguió superar lo que todo apunta al coronavirus: «Pasei sete días moi mal, a base de Paracetamol». Lo hizo en cama, con fiebres altas, tos y con mucho dolor corporal. Durante la travesía habló tres veces con su médica de cabecera «que me dixo chamase ao 061 se tiña insuficiencia respiratoria pero só sentín fatiga un día que me puxen a facer algo por fóra (alrededor de casa y sin salir)». Vivir solo y aislado fue un punto a favor: «Xa estou ben e ademais teño a sorte de vivir unha casa con algo de finca e podo estar fóra bastante tempo, o que axuda un montón. Xa o dou por superado».
Tanto, que en su mente ya se agolpa todo el trabajo pendiente en un club que creó y moldeó con el espíritu autodidacta que marca su vida. También para superar el virus.