Los emigrantes jubilados llevaban unos documentos al Concello para que justificase que eran ellos los que cobraban pero en enero dejó de prestarse el servicio
12 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La oficina del Registro Civil de Vigo recibió el martes más de 120 solicitudes de certificados de fe de vida, lo que generó colas de hasta 50 personas en algún momento. Se trata, principalmente, de jubilados vigueses que cobran pensiones por haber trabajado en el extranjero. La razón de estas avalanchas es que, desde enero, el Concello de Vigo ha dejado de sellar los documentos equivalentes a las fes de vida que remiten desde el extranjero a los pensionistas para que acrediten que son ellos quienes están cobrando la pensión. Debían cubrir los papeles recibidos y el Concello les daba el justificante para devolver al pagador extranjero pero el servicio dejó de prestarse.
Por ello, desde hace semanas, la demanda de fes de vida se ha disparado por las peticiones de los pensionistas. A ello se suman los certificados de defunción, nacimientos y otros trámites.
Hasta ahora, el Registro Civil solo recibía avalanchas de solicitantes de fes de vida en los picos en los que los inquilinos sin recursos tramitaban las ayudas para obtener rebajas en el recibo de la luz por pobreza energética.
El sindicato AXG-CUT alertó de que la sala de espera para aguardar el turno en el Registro Civil es de dimensiones muy reducidas y resulta imposible mantener la distancia de seguridad para prevenir el contagio por coronavirus. Los siete funcionarios de la oficina retranquearon ayer sus mesas, limpiaron el mostrador con desinfectante y uno, con tos, se autoprotegió con mascarilla y guantes de látex.