«Desfilar en la despedida de Jean Paul Gaultier ha sido un sueño»

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

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AGENCIA MODELS

La carrera internacional del modelo vigués Álvaro Silveira salta de París a Nueva York: «Ya tengo el visado preparado»

02 mar 2020 . Actualizado a las 21:48 h.

Las cabezas se giran cuando entra por la puerta. Álvaro Silveira Sánchez (Vigo, 1997) es, ante los ojos de cualquier objetivo, indudablemente guapo. Tiene ese don. Y ha llegado a lo más alto en un momento en que las pasarelas y las campañas de moda están copadas por influencers y descubrimientos en Instagram, con escasos conocimientos sobre modelaje y protocolo. El joven gallego atesora 1,90 metros de altura, 82 centímetros de cintura, una talla 44 en los pies y los ojos color miel. Todo un profesional en un mundo en el que triunfa la estética pluralista que aspira a mantenerse en lo más alto.

Silveira está en la edad precisa para hacer coincidir los sueños con la realidad. A sus 23 años, en su currículo acumula colaboraciones con Hugo Boss, Benetton, El Corte Inglés, Mango o la viguesa Do Rego & Novoa. Y portadas en revistas de referencia en el mundo de la alta costura como FiveEleven. Suya era esa cara aniñada que lucía en las pantallas led de Pull & Bear la pasada temporada y, para sorpresa de muchos, se subió a la pasarela a finales de enero tras ser invitado por el gran diseñador francés Jean Paul Gaultier a participar en su desfile de despedida, junto a modelos de la talla de Gigi Hadid, Karlie Kloss, Irina Shayk, Coco Rocha o la musa de Gaultier, Rossy de Palma.

Ha tendio la oportunidad de estar presente en fiestas que casi todo el mundo sueña con vivir, como el afterparty de esa muestra señalada en la última semana de la moda de París, que sirvió para despedir a uno de los diseñadores vivos más emblemáticos. «La noche de Gaultier fue una experiencia increíble. Soy un apasionado de mi trabajo y ahí tuve la opción de conocer a otros compañeros de profesión que siempre han sido una referencia para mí», asegura.

Llegó a su primer cásting de casualidad, acompañando a su primo, y simplemente probó suerte. Y esa casualidad lo acabó llevando hasta París, Londres, Milán y Amsterdam, protagonizando campañas publicitarias.

Hoy no puede estar más agradecido a su familia y a su novia. Pero también mira con especial gratitud a Elite Models, su agencia de modelaje con sede en Barcelona. «Ellos siempre han apostado por mí incondicionalmente», agradece.

 Viajes

Álvaro nació en Vigo, estudió en el colegio Miralba e hizo su bachillerato en el IES San Tomé. Hoy en día combina largas estancias de shootings en Barcelona con sus estudios de psicología a distancia. Su vida es un no parar. Aprovecha sus descansos en los aeropuertos para contestar ofertas de trabajo y atender entrevistas. No es de extrañar que, para el modelo, volver a su ciudad sea siempre un placer. «Mi familia y mi novia están aquí. Amo mi trabajo, pero siempre estoy deseoso de volver», confiesa. «Pasar largas temporadas fuera de casa es sin duda lo peor de este trabajo. Es difícil combinar fechas y horarios con el resto de mis compañeros de profesión, que ya son amigos».

Este año continúa con el corazón arraigado en su Vigo natal, pero con la mirada puesta en Nueva York. «Ya tengo preparado mi visado», dice Silveira. Una vez allí, le esperan días de cástings, sesiones de fotos, pruebas y reuniones. Y quién sabe, quizás también la semana de la moda de esta ciudad, una de las más relevantes del mundo en la industria de la estética.

Se ha labrado una carrera en el mundo del modelaje, desde que le temblaban las piernas en su primera 080 de Barcelona hasta ahora, mientras espera salir en primera plana de la revista L’Officiel de París. Ante un horizonte prometedor, Silveira se ha convertido ya en un talento emergente de la moda española. Pero también es algo más: un ejemplo del devenir de la industria en su sentido más clásico y profesional. Y piensa permanecer «hasta que el cuerpo aguante».