Juan Carlos Paz, Pancho, tenía invitación para Tokio, en donde iba a completar los grandes maratones del mundo
22 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El coronavirus dejó a Juan Carlos Paz, profesor de Geografía e Historia en el instituto de Teis y maratoniano aficionado, sin completar los majors (los grandes maratones del mundo) y casi tiró por tierra 20 semanas de trabajo, pero al menos pudo recuperar gran parte del dinero (entre 2.500 y 3.000 euros) que le costaba su sueño de tomar la salida en el Maratón de Tokio que se celebra el próximo fin de semana y en el que finalmente solo pueden participar los atletas de élite. Pancho, como le conocen todos, tenía previsto llegar este mismo domingo a la capital nipona.
«Cando te enteras de que non podes ir bótaste a chorar, non só polos cartos, senón polos sacrificios», comenta este atleta aficionado vigués, uno de los 37.000 damnificados en todo el mundo, que tuvo conocimiento de la suspensión del evento para extranjeros a través de una páginas de Facebook de personas que iban a correr el maratón. «Entrei na web oficial, non había nada e pensei que sería unha falsa alarma, pero logo xa se confirmou todo». Se posponía así un sueño que comenzó para un Pancho que logró inscribirse en la prueba de Tokio a través del cupo que la organización tiene para ONGs a cambio de 1.000 euros.
Una vez digerida la mala noticia, el siguiente paso fue intentar perder el menos dinero posible, apartado en el que tuvo fortuna. El dinero del avión (viajaba con Iberia) lo salvó por contar con la tarjeta de puntos de la compañía aérea y el hotel, contratado a través de una plataforma digital, lo pudo cancelar. Sí perderá 15 euros de un seguro médico que hizo por «aquilo de que non vaia ser que che ingresan e te calzan unha factura tremenda».
Conserva el dorsal para el 2021
Salvado el factor económico, el siguiente aspecto es poder conservar el dorsal para la edición del año 2021, algo que parece casi asegurado pero a cambio de pagarlo (unos 200 euros). «Parece que van a gardar o dorsal, por suposto non haberá que pagar a outra ONG, pero a idea que teñen é que pagues o dorsal, o que non me parece axeitado». Eso sí, el próximo año tendrá que pedir días sin sueldo en su instituto, algo que no sucedía este curso al coincidir la fecha con el Entroido.
El último frente que le quedaba abierto era dónde aprovechar su actual estado de forma y la decisión final fue cambiar el asfalto por la montaña para correr los 101 Peregrinos de Ponferrada, una prueba de máxima exigencia para Juan Carlos Paz. «No noso club (el Carma) hai unha sección de asfalto e outra de montaña, que case non toco, pero adestro con algúns e xa lles comentara que tiña a inquedanza de chegar a facer unha proba de ultrafondo» y decidió apuntarse a la cita del Bierzo, en donde estará rodeado por siete expertos.
La mejor manera de aprovechar su trabajo de tantas semanas y de seguir dando pasos de cara al próximo año. Siempre que para entonces el coronavirus sea un recuerdo de hemeroteca.