El diseñador de pistas de skate que está detrás de la marca Cromoly es vigués

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO /LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Álex Durán instala desde hace quince años la estructura de O Marisquiño

15 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Con 10 años, Álex Durán (Vigo, 1979) flipaba con el half pipe de la playa de Samil, lo único que había en los años 80 para los primeros adeptos a una moda incipiente, el skateboard. El vigués comenzó así en el mundillo, como aficionado al monopatín, «aunque a mí lo que me gustaba era la bici, pero mi hermano se rompió la tibia con ella y mi madre a mí ya no me dejó. Lo recuperé con 16 años», cuenta. Ahora Durán es un experto en BMX y se ocupa de todo lo que tiene que ver con esta disciplina en el festival O Marisquiño trabajando para ellos: «Hago el Queimada Contest, el diseño del skate park y el montaje de la estructura en madera desde hace 15 años, el que se hace en la explanada frente a la piscina», cuenta sobre sus tareas en el certamen.

Pero no es la única actividad del vigués en este ámbito, ya que es el creador de la marca viguesa Cromoly, aleación de las palabras cromo y molibdeno, que es el material con el que se hacen los cuadros de las bicis . «Yo antes era soldador, pero con 25 años, en el 2004, decidí montar la tienda con un socio, aunque él la dejó y desde hace dos años la llevo yo solo», explica. Comenzaron representando a varias marcas de bicicletas, pusieron en marcha un club y empezaron a organizar eventos. «Fue en el segundo año cuando nos unimos al Marisquiño. Ellos lo estaban haciendo en Samil y nosotros en O Castro. Decidimos juntarnos e irnos todos al Náutico y a partir de ahí fue creciendo», recuerda.

Mientras tanto, el perfil de la tienda (que empezó en Pi y Margall, cambió a Samil, de allí a Camelias y ahora está en Urzaiz, 61) también fue transformándose. Al principio eran distribuidores de otras firmas colaborando con eventos por toda España, luego crearon la suya propia, diseñadas aquí y fabricadas a través de una agencia en Taiwán, pero el daño que empezaron a sufrir por la competencia de las ventas por Internet les hizo desistir y se centraron en su propia línea de ropa y complementos «para llevarla con nuestra propia política», aclara.

«Cuando nos dedicábamos a la distribución vendíamos en muchas tiendas y colaborábamos con pilotos, hicimos un equipo y patrocinábamos a chavales, algunos están ahora en Red Bull y algunos de los mejores pasaron por nuestra cantera», relata Álex reconoce que entonces no le daban importancia a la ropa, pero empezaron a ver que en ese sector sí que tenían éxito y siguieron por ahí. Cromoly se ha hecho un hueco en el sector de la moda urbana y además de tienda física vende online y en Instagram Shopping. El vigués cuenta con colaboradores, como el amigo de Barcelona que le diseñó las letras de su marca, y a veces hasta echa mano de la familia. «Mi hija, de 16 años, me hizo el dibujo de una de las camisetas, pero casi todo lo hago yo en mi taller de estampación y costura», cuenta, aunque reconoce que no cose ni crea patrones, sino que customiza modelos que compra tras elegir materiales de los complementos, y seleccionar el textil fabricado en Portugal. De lo que sí se encarga al cien por cien es del diseño y asesoría en montaje de skate parks En Vigo hizo el de Navia, el de Barreiro y la remodelación del del monte O Castro. «Las diseño en 3D en colaboración con una ingeniería», revela. Actualmente colabora en el proceso de creación del que están haciendo do Zamora.