La fotógrafa ganó el VI Premio Galicia de Fotografía Contemporánea con una investigación sobre la belleza al margen del convencionalismo social
16 feb 2020 . Actualizado a las 22:11 h.El VI Premio Galicia de Fotografía Contemporánea tiene dos partes claramente diferenciadas. Por un lado se sitúa un trabajo de investigación en torno a la belleza, buscada a través de los ojos de personas todavía no demasiado influenciadas por los convencionalismos sociales. Y por el otro, la mirada de la fotógrafa Virginia Rota hacia esas personas buscadoras de las belleza aislada de convencionalismos.
El resultado conjunto expuesto por Virginia Rota (Málaga, 1989) se puede ver en la sala de exposiciones del Teatro Afundación (calle de la Reconquista) hasta el próximo 21 de marzo. Es el fruto de tres años de trabajo. Todo empezó cuando Virginia Rota eligió a varios preadolescentes para realizar una investigación sobre la belleza incorrupta. Para ello, entregó a los niños seleccionados una cámara de usar y tirar con 27 disparos, una limitación extraordinaria en el actual mundo digital. Cada uno de los niños tenía el objetivo de plasmar su idea de la belleza. «Quería demostrar que antes de que a sociedade nos corrompa, temos unha idea natural e limpa da beleza», explica el comisario de la exposición Vítor Nieves. «O resultado é espectacular», añade el comisario de la muestra.
Esta parte del proyecto está plasmada en una pequeña parte de la exposición a través de una selección de las cerca de 700 imágenes salidas del proyecto. Además, la fotógrafa realizó una entrevista con cada uno de los niños. Algunas de sus reflexiones también se pueden ver en la sala de Afundación. «Fotografié la naturaleza porque no puedo llevarla a casa», comentó Olga, de 11 años de edad.
Sin embargo, y sin menospreciar el trabajo de investigación realizado con los niños, lo más espectacular de la exposición es el trabajo fotográfico realizado por Virginia Rota con cada uno de los niños involucrados en el estudio. «Fíxolles unha fotografía con luz natural, nun espazo de confort para os nenos como é as súas casas», explica el comisario de la exposición. El resultado de los retratos sí que es espectacular y, si se observa con cierta distancia, lleva a la confusión, ya que no se distingue muy bien si se ha optado por un medio pictórico o fotográfico. El juego de las luces y las sombras es espectacular.