El Sergas prohíbe colocar carteles injuriosos y políticos en hospitales y centros de salud

VIGO

GUSTAVO RIVAS

Para mantener «o principio de neutralidade», cada dispositivo sanitario tendrá un tablón de anuncios y la dirección podrá decidir si elimina letreros si son «difamatorios ou falsos»

31 ene 2020 . Actualizado a las 14:06 h.

El Servizo Galego de Saúde acaba de dictar una instrucción para prohibir la colocación indiscriminada de carteles en los hospitales y centros de salud de Galicia. A partir de ahora, en cada centro sanitario los letreros se reducirán a los tablones de anuncios o espacios habilitados al efecto e incluso podrán ser retirados de estos si se consideran difamatorios o falsos. Un directivo de cada área sanitaria se encargará de velar por que así sea. Los carteles en espacios públicos quedan prohibidos. Y se entiende como espacio público, además de los lugares comunes, también las consultas y los despachos «independentemente de que poidan acceder aos mesmos pacientes ou persoas alleas ao centro».-

Así consta en la primera instrucción del año que dicta el organismo sanitario gallego, que firman el secretario xeral técnico de la Consellería de Sanidade y el gerente del Sergas, Alberto Fuentes y Antonio Fernández-Campa, respectivamente. El texto legal, al que ha tenido acceso La Voz, establece que las instituciones públicas tienen que mantener «o principio de neutralidade» y que la «presenza de determinados símbolos, críticas as diferentes políticas sanitarias ou convocatorias a actos e concentracións de protesta» vulneran ese principio. La instrucción lamenta incluso que existan «carteis favorecendo a determinadas formacións políticas ou ideolóxicas». En los últimos meses puede haber crecido el número de carteles, a raíz de las movilizaciones en atención primaria y también por la proximidad de las elecciones autonómicas.

Es habitual que en los centros sanitarios haya carteles de todo tipo. A veces son reivindicaciones laborales (una unidad que necesita más personal), otras veces son de tipo profesional (los letreros que piden diez minutos por paciente en atención primaria) y en otras ocasiones llevan contenido político (críticas a la Xunta, como responsable de la política sanitaria, o convocatorias a manifestaciones como la del próximo 9 de febrero).

Pero todo eso se ha acabado. Al menos, en teoría. Porque, abunda la instrucción del Sergas, «o dereito á liberdade ideolóxica e á liberdade de expresión non son ilimitados». Y advierte que «poderá esixirse responsabilidade ao autor ou autores, así como aquelas persoas que coloquen carteis» que vulneren derechos y libertades.

El Sergas confía en eliminar de golpe los letreros y reducirlos a los espacios que defina cada área sanitaria. Pero incluso dentro de estos tablones de anuncios la dirección podrá vetar algunos carteles y ordenar al servicio de limpieza que los retiro. Concretamente, se podrán eliminar aquellos que sean difamatorios o incluso falsos, dice el Sergas, o bien que atenten contra personas o instituciones públicas y privadas. Tampoco se permitirán los letreros obscenos, xenófobos, racistas, sexuales, con contenido violento o vejatorio, según detalla la nueva instrucción, que incluso advierte de que se prohibirán los contenidos «ilegais ou ilícitos». Lo que sí se permite son anuncios sobre campañas de vacunación, hábitos saludables, eventos benéficos y avisos de personas desaparecidas.

Lo único que se salva del borrado masivo de carteles que ha ordenado el Sergas son los tablones sindicales. El comité de empresa tendrá un espacio a su disposición «para difundir avisos que poidan interesar aos traballadores», que será gestionado por los propios sindicatos.

Concentración «contra la censura» cuando se prohibieron los carteles en el hsopital de Vigo, en el 2016
Concentración «contra la censura» cuando se prohibieron los carteles en el hsopital de Vigo, en el 2016 Oscar Vazquez

La presencia masiva de letreros en los hospitales es algo que siempre ha preocupado a la Xunta, porque cuestiona una de sus principales competencias, que es la sanidad. Cuando se abrió el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, aparecieron carteles en decenas de unidades que reclamaban más medios. El gerente de entonces, Félix Rubial (hoy en Ourense), acabó con ellos de cuajo. Envió una carta a todos los jefes de servicio y supervisores de enfermería para que difundieran entre sus equipos que se prohibían los carteles que alertasen «sobre o deficiente funcionamento das unidades e as súas posibles consecuencias para a saúde dos doentes, debido á presunta insuficiencia do cadro de persoal na unidade». Aquella nota advertía que el estatuto marco de los trabajadores sanitarios contempla medidas disciplinarias. Los carteles se acabaron.

Imagen de la protesta en Verín el pasado 20 de enero
Imagen de la protesta en Verín el pasado 20 de enero Santi M. Amil

La decisión no ha pasado desapercibida en el hospital de Verín que lleva semanas con los pasillos llenos de carteles reivindicativos con motivo del cierre del paritorio. En los tablones de anuncios, pero también en puertas y paredes, se mantienen desde el pasado 1 de diciembre todo tipo de mensajes, incluidas esquelas dedicadas al centro sanitario. En Navidad, los vecinos, encerrados en el hospital como medida de protesta, incluso llegaron a instalar en el pasillo un belén satírico. Carteles con la palabra «Dimisión» o con frases como «Por diñeiro xogades coa saúde dos nosos nenos» conviven con otros que incluyen caricaturas con responsables de la sanidad provincial como protagonistas. El lunes está previsto que se reabra el paritorio. Mientras se mantienen el encierro y las protestas en los tablones de anuncios que ahora el Sergas vigilará.