Una agente inmobiliaria se enfrenta a multa por timar a estudiantes a los que alquiló habitaciones falsas

E. V. PITA VIGO / LA VOZ

VIGO

Imagen de archivo de los juzgados de Vigo
Imagen de archivo de los juzgados de Vigo Xoán Carlos Gil

Les cobraba la señal y luego les daba largas con excusas para que no visitasen el piso ni recuperasen su dinero

31 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Unos estudiantes universitarios de Vigo han alertado de que una timadora está estafando a muchos alumnos que contratan por Internet habitaciones en pisos compartidos. El truco consiste en pedir una señal, luego requerir más de dinero y luego dar largas con mil excusas para no entregar las llaves ni devolver el dinero. Los jóvenes denunciantes creen que hay bastantes perjudicados en Vigo. Algunos afirman haber perdido 660 euros al tener que adelantar fianzas sin llegar a ver el piso nunca.

El primer juicio se celebró ayer en el Juzgado de Instrucción número 7 de Vigo aunque no compareció la acusada. Se enfrenta a una multa de 450 euros por el delito leve de apropiación indebida.

Los estudiantes declararon en el juicio que entraron en una web de anuncios y vieron una habitación que les interesaba. Uno relató que contactó por Whatssap con una mujer que le dijo que era agente inmobiliaria. Acordaron quedar en verse otro día porque lo tenía alquilado a cuatro personas y le faltaba cerrar el alquiler con una chica para ocupar la quinta plaza. Además, aún no podían ir a visitar el piso porque lo tenía alquilado a una empresa y había que esperar unos días, «lo que era todo falso», según declaró un perjudicado.

La Fiscalía preguntó si existía algún piso en concreto y el joven respondió afirmativamente. Se trataba de una habitación que se alquilaba a 160 euros, una ganga, pero luego la comisionista le empezó a cambiar las condiciones y subir el precio a 190 y luego a 220. A todo eso, ni siquiera había visto el piso. Al perder la paciencia, exigió la devolución de su dinero pero la mujer «me pidió que esperase a que otra persona ocupase mi sitio, y más verborrea». Tras hacerle esperar unos días, la agente quiso convencerlo para que le dejase un dinero para su comisión. También le dijo que fuese a verla a su oficina, sin darle las señas. Finalmente, ya no le cogía el teléfono.

Otro perjudicado, también estudiante, contó que le cambiaron las condiciones, quiso romper el acuerdo y la agente inmobiliaria se negó a devolverle el dinero con la excusa de que ella también tenía que ganar una comisión.