El museo provincial divulga el arte abstracto de Leopoldo Nóvoa

VIGO

VÍTOR MEJUTO

La muestra traza un recorrido por la trayectoria vital y artística del autor fallecido en el 2012

29 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Museo de Pontevedra muestra hasta el 26 de abril la exposición Leopoldo Nóvoa 1919-2019 en la que se recogen medio centenar de piezas (cuadros, libros ilustrados, documentos personales o esculturas) del que fue uno de los artistas gallegos más internacionales y referente del arte abstracto tanto dentro como fuera de Galicia en la segunda mitad del siglo XX.

La muestra traza un recorrido por la trayectoria vital y artística del autor, desde sus primeras obras en Uruguay y Argentina hasta su estancia en París y Armenteira, donde la carga plástica de las cenizas se incorporó a sus creaciones.

Ese recorrido vital y artístico se ha completado gracias a la colaboración de José Blanco, Sofía Santos, Adolfo Sobrino, Víctor Montenegro, el Centro Galego de Arte Contemporánea, Colección BBVA, Colección Abanca, Fundación Barrié, Fundación Luis Seoane y al Museo de Belas Artes da Coruña.

La exposición temporal incluye la proyección continuada de una pieza audiovisual sobre el creador elaborada por Xurxo Lobato, quien a través de testimonios de diferentes profesionales aporta más conocimiento sobre el autor. La muestra y el documental se completan con otras actividades ideadas para dar a conocer la relevancia del artista. Así, habrá mesas redondas, visitas guiadas y talleres que ayudarán a divulgar la obra y a resaltar el carácter de referente de Nóvoa.

La Diputación realizó un esfuerzo importante para editar un catálogo que permita sobrevivir a la propia temporalidad de la exposición.

Durante la inauguración, la comisaria de la exposición, Rosario Sarmiento, definió a Leopoldo Nóvoa como un hombre reflexivo y profundo con una vida marcada por el viaje, por la su condición de emigrante buscando acomodo y un lugar donde asentarse, situación vital que lo convirtió «nun cosmopolita impregnado da sabedoría que dá o coñecemento da diversidade».

Sarmiento recordó que Nóvoa fue hijo de un diplomático exiliado en Montevideo, donde tomó parte activa de la vida cultural y conoció a una de sus referencias, Joaquín Torres-García. Una vez trasladado a Buenos Aires, Nóvoa tuvo relación con Luis Seoane, gracias a quien realizaría su primera exposición individual como pintor.

Uno de los hitos más importantes de la vida del autor, según destacó Sarmiento, fue su traslado a París. Allí se hizo un hueco a través del galerista Edouard Loeb, que le aportó contactos en toda Europa. El incendio de su estudio en 1979, donde había más de 2.000 obras almacenadas, le sirvió para reinventarse, pintando casi sin descanso, y compatibilizando su estancia en París con la creación durante los veranos en su estudio de Armenteira. El 23 de febrero del 2012, Leopoldo Nóvoa fallecía en su casa de París.