Las Cíes baten récords como imán turístico también fuera del verano

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO

Cedida

88.000 personas visitaron las islas de enero a junio y de octubre a diciembre del 2019

19 ene 2020 . Actualizado a las 18:58 h.

El único parque nacional de Galicia es pura naturaleza, con espacios de gran riqueza faunística y vegetal. De ahí que se haya convertido en una visita de enorme atractivo para los turistas. Especialmente su joya, las islas Cíes, que recibieron a 296.205 visitantes en todo el 2019.

Pero un desglose detenido de las cifras por meses permite concluir que el archipiélago vigués está batiendo récords más allá de la conocida como temporada alta, cuando mejor funciona el reclamo de Rodas, la mejor playa del mundo. Entre julio, agosto y septiembre, las Cíes recibieron 208.240 turistas, pero en los nueve meses restantes también atrajeron a 87.965 visitantes. En esos nueve meses del 2018 fueron 75.952, lo cual supone un aumento del 15 % de turistas en el último ejercicio.

Los números suponen un espaldarazo a la política de desestacinalización que promueven tanto Parques Nacionales como la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta. En el 2018 entró en vigor la rebaja de cupos de visitantes, que supuso recortes en la época estival, la de mayor afluencia, para evitar sobrecargas en el espacio con mayor protección legal de la comunidad. Que acudan viajeros interesados por los valores naturales de las islas, superando el fenómeno de sol y playa y siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan, es lo más interesante.

Los meses de mayo y de diciembre son especialmente significativos. El buen tiempo de mayo del 2019 facilitó 19.440 visitas, casi el doble que en el 2018 (10.869) y cerca del triple respecto al 2017 (7.531). Diciembre, por su parte, se consagra como el mes estrella en invierno gracias al puente de la Constitución y al tirón navideño, con 1.428 visitas. En el otro lado de la balanza, las precipitaciones motivaron en octubre del año pasado una reducción de visitantes: 5.254 visitas, casi la mitad que en el mismo mes del 2018 (10.165).

Las navieras Mar de 0ns y Nabia están regularizando las visitas casi todos los fines de semana del año y siempre que el tiempo lo permite. Confirman que la demanda existe. Y creciendo.

El archipiélago vigués se consagra como la joya de las Illas Atlánticas

El conjunto del Parque Nacional das Illas Atlánticas tuvo una afluencia el año pasado de 472.274 visitantes. De ellos, 296.205 escogieron las Cíes como su destino. A pesar de la limitación del cupo a 2.800 invitados al día, que se puso en práctica en el 2018, el turismo en el archipiélago vigués continúa disparado. Las Cíes generan cerca del 63 % del turismo total de las Islas Atlánticas, con lo cual se reafirman como verdadero imán turístico por sus valores medioambientales, sus paisajes y sus playas.Con respecto al 2018, año en el que se hizo efectiva la restricción de visitantes para mejorar la conservación de las islas y en el que se aplicó una mayor cautela con actividades de todo tipo, como las deportivas (las Cíes han sido durante años escenario de algunas competiciones), el archipiélago recibió a 4.922 turistas más.

Su éxito provoca, incluso, que Ons engorde sus cifras al recoger visitantes que no lograron el billete para las islas de Vigo.

Un estudio alerta de la pérdida de bosques en el área de influencia del parque nacional

El estudio Usos del suelo en las Áreas de Influencia Socioeconómica (AIS) de la Red de Parques Nacionales analiza la superficie de los trece grandes espacios protegidos de España y pone de manifiesto cómo las actividades humanas, aunque ejercidas localmente, tienen efectos que trascienden su ámbito. En el caso concreto de las Islas Atlánticas, el informe demuestra la pérdida de bosques en las zonas de Vigo, Ribeira, Bueu y Vilagarcía de Arousa. En el período comprendido entre el 2012 y el 2018, se registraron ocho tipos de cambio de suelo en las áreas de influencia del parque nacional de Galicia. Estas transformaciones afectaron a un total de 485 hectáreas. De ellas, 114 pertenecen al municipio de Ribeira, el cual sufrió una transición de suelo quemado a matorral.

Otra de las mayores superficies afectadas por estos cambios fueron las 112,08 hectáreas repartidas entre Ribeira (56,67), Vigo (51,56) y en menor medida Vilagarcía de Arousa (1,85). En estos ayuntamientos bosques de coníferas fueron sustituidos igualmente por matorral boscoso de transición, es decir, zonas de mucha menor vegetación destinada a la intervención de cultivos forestales. Las superficies forestales de las áreas de influencia del Parque Nacional das Illas Atlánticas, aquellas que aseguran una baja contaminación de sus aguas, representan el 46,5 % del suelo de estos territorios, un total de 11.692 hectáreas. Según el estudio, los bosques de frondosas resistentes a los incendios representan un 29,4 %. Muestra la idoneidad del anillo verde que promueven los comuneros de Vigo.