Los conductores de Vitrasa alertan del riesgo de accidentes en el carril bici

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Envían un informe al Concello con los lugares más peligrosos, que son los cruces de calles y las paradas en medio de la senda

15 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La puesta en funcionamiento del carril bici en las calles Camelias y Venezuela preocupa a los conductores de Vitrasa porque creen que aumentará el riesgo de sufrir percances. El pasado mes de septiembre remitieron un escrito al Concello y a la empresa poniendo de manifiesto esta inquietud y lamentan no haber obtenido ninguna respuesta.

Critican que buena parte de las paradas se encuentran sobre la propia senda ciclista. Una señal en ámbar advierte a los ciclistas y usuarios de patinetes del peligro, pero consideran que no es suficiente. «Abres las puertas del autobús y la gente sale hacia el carril bici. Los niños y la gente mayor son los más vulnerables. Tenemos que estar pendientes de que paren los ciclistas», afirma Narciso Pazos, delegado sindical de Comisiones Obreras, que teme que pueda producirse algún atropello.

Denuncian además que el tramo les ha restado espacio en la calzada. Hay zonas que no pueden atravesar sin invadir otros carriles. Por ejemplo, a la altura del número 89 de la calle Camelias, donde se encuentra el Banco de Santander. Para pasar «hay que invadir el carril contrario», señala el delegado sindical.

Los conductores de Vitrasa creen que la continuación de la senda por la calle Venezuela y Pizarro complicará más la situación. La eliminación de uno de los carriles aumenta los atascos a la altura del Mercadona. «Nos preocupa sobremanera ya que entendemos escasas las medidas de seguridad en estas zonas de su trazado».

El carril bici ha generado disparidad de opiniones en el centro urbano. Los usuarios lo defienden porque les permite usar un medio de transporte sostenible y económico. «Nos viene muy bien. Tenemos bicicletas y nos conecta con el centro», señala Antonio Aros, vecino de la calle Camelias. «Trabajo en el centro y me queda perfecto. Casi todos lo uso y se ahorra bastante, aunque si llueve prefiero ir en bus», afirma Elena Nieto.

Transportista perjudicados

Los más perjudicados son los repartidores ante la falta de aparcamientos para carga y descarga. El carril bici ha eliminado la posibilidad de aparcar en doble fila, aunque muchas lo siguen haciendo provocando algunos atascos. «Me parece estupendo el carril bici, pero considero que Camelias no es la calle ideal», señala la empresaria Conchi Sampedro. «Tenemos fontaneros, electricistas o albañiles y tienen que venir a la tienda a llevar mercancía. Antes aún podías parar un momento, pero ahora ya no. Tenemos que trabajar sí o sí, lo que no podemos es perder por el carril bici», añade.

El responsable de una tienda de compraventa de videojuegos cree, en cambio, que el carril bici le puede venir bien a mucha gente para acceder a su negocio. «Mucha gente viene en bicicleta y nos la dejan aquí mientras están en la tienda», afirma. Percibe que cada vez más usuarios se animan a utilizar este tramo que ya une la Avenida de Castelao con la calle Venezuela.

Algunos padres que llevan a sus hijos al colegio Labor también se ven obligados a aparcar interrumpiendo la circulación al haberse eliminado uno de los carriles. Del mismo modo, en la calle Venezuela, los coches interrumpen el tráfico en los momentos de entrada y salida de clases de los alumnos del colegio de los salesianos, pero no se han producido atascos significativos en ambos centros.