Los mejores parques de bolas a los que tu hijo adora ir se fabrican en Nigrán

VIGO

La empresa MoblePark Tecno S.L. realiza instalaciones por toda España de estos espacios de ocio, disponibles a partir de 5.000 euros. En un mes montarán el mayor de Galicia

15 ene 2020 . Actualizado a las 22:27 h.

Las bolas de los parques infantiles se lavan. Primer terror respondido. Ese gesto de miedo cuando un pequeño se mete en uno de esas zonas de ocio que tanto alivio dan en restaurantes y bares, o que se convierten en el epicentro de muchos cumpleaños, tiene solución. Los que se encargan de esa limpieza y de fabricar propiamente toda la instalación son los trabajadores de MoblePark Tecno S.L., una empresa con sede en Nigrán especializada en estas estructuras. 

Arrancaron hace quince años como una carpintería que se dedicaba al mobiliario para áreas dedicadas a niños y poco a poco fueron enfocando su negocio a la instalación de parques de bolas. En la crisis tocó reinventarse y la elección fue un acierto, hoy en día proliferan por todo tipo de negocios que buscan atraer a familias con niños. En su caso la clave del éxito es clara: fabricación propia y productos externos comprados en España. «La coquilla la cogemos en Barcelona, las bridas en otra planta española, las tirolinas las diseñamos y fabricamos nosotros desde el minuto uno, las bolas se hacen en Alicante en una fábrica de inyección de plástico y son de alta calidad...», el listado de Vicente Urquijo, gerente y dueño, es extenso.

Todo ello forma parte de una apuesta por la calidad que luego continúa con la propuesta de mantenimiento que ofrecen, y que incluye la limpieza de las populares bolas en una máquina especial que las enjabona y las deja como nuevas. «Claro que eso depende del cliente, que es el que marca los tiempos para limpiarlas y las labores de revisión del parque. Creemos que debería haber una normativa obligatoria para un repaso anual en todas las instalaciones de este tipo, pero de momento queda a merced del dueño».

Como sus proyectos son personalizados, no trabajan con catálogo y directamente se desplazan junto al cliente para diseñar el espacio en función de las necesidades y el local comercial. El auge de estos espacios los llevan a recorrer toda España y en Galicia han llegado a instalarlos incluso en una lavandería. 

«Hemos hecho infinidad de sitios por toda España y por Galicia, aquí hemos montado en Ponteareas, en Redondela en el Mola Café, en Vigo en el Telepizza de García Barbón o en un restaurante de Martínez Garrido, en Ferrol, Sanxenxo, A Coruña, Panxón... y ahora estamos trabajando en un local en Bouzas y otro en A Coruña. Además tenemos en proyecto hacer el mayor parque de bolas de Galicia y empezaremos en un mes a montarlo, pero no se puede decir aún dónde», explican desde la fábrica. 

Sus instalaciones pueden variar desde un pequeño parque de dos plantas que puede rondar los 5.000 euros a auténtico megaparques como el de la Jungla en Mos, o uno en Valladolid dentro de un asador. Para hacer frente a la competencia de los productos que llegan de oriente o similar, en Nigrán apuestan por la calidad y para ello tienen incluso un ingeniero que certifica los parques, que cumplen con toda la normativa vigente. «Sería necesario endurecer la normativa para que el intrusismo que existe pudiera quedar en evidencia, se aprovechan de la ignorancia del que contrata y su búsqueda de ofertas para introducir materiales de baja calidad o hacer instalaciones que luego, cuando nosotros vamos a revisar, asustan», cuenta López Urquijo. 

El proceso

Desde la nave que tienen desde hace unos meses, antes estaban en Morgadáns, se encargan al detalle de cada paso. Después de visitar al cliente y las instalaciones realizan un proyecto a medida y lo repasan con el comprador, que puede elegir cada uno de los espacios, los colores y personalizar la instalación. Luego llega la fase de fabricación, que se hace mayoritariamente con el equipo de siete personas que forman MoblePark, ellos fabrican en fibra de vídrio los toboganes, cortan acero y demás materiales tapizan las plataformas y cosen los elementos que luego el equipo se encargará de instalar.

Un parque de los más pequeños necesitará una instalación mínima de unos tres días, pero los grandes pueden suponer hasta un mes. Y es que es in situ donde se cosen muchas de las partes, se colocan las bridas y se monta toda la estructura con los protectores para evitar incidentes con los niños.