La abogada de los guardias civiles acusados de contrabando de tabaco alega que no se encontró «ni un solo pitillo»

E. V. Pita VIGO

VIGO

M.Moralejo

Arranca el juicio contra los agentes de Marín y empresarios de Vigo por fingir el envío de lotes de tabaco libres de impuestos a 21 buques

13 ene 2020 . Actualizado a las 13:10 h.

Arranca el juicio a tres guardias civiles del Puerto de Marín, dos empresarios de Vigo y una auxiliar administrativa como supuestos autores de un delito de contrabando de tabaco en el que, según la Fiscalía, generaron un fraude a Hacienda de dos millones de euros. Los agentes afrontan cinco años de cárcel y los empresarios, cuatro.

La vista contra los seis acusados comenzó en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo. 

Según la Fiscalía, los empresarios de avituallamiento de buques, que tenían su sede en la Zona Franca de Vigo, se compincharon con tres guardias civiles de Marín para fingir el aprovisionamiento de tabaco a los tripulantes de los buques y que estaban exentos de impuestos y darles el visto bueno de embarque. El tabaco, tras quedar libre de impuestos, nunca llegaba a los barcos sino que se colocaba a menor precio en el mercado negro. Habrían actuado entre el 2011 y el 2013.

La defensa dice que hubo una vulneración de los derechos fundamentales de los seis acusados porque la investigación fue «prospectiva». Alega que inicialmente el juzgado abrió una investigación porque no cuadraban sus declaraciones de IVA y luego el Juzgado siguió otra línea por delitos distintos, el de contrabando y falsedad documental. Ve una acusación «sorpresiva» porque, tras hacer unas diligencias «nulas», el Juzgado pasó de acusar por lotes de tabaco en cuatro barcos a pasar a 20. Alega la abogada que «non hai nin un só pitillo atopado, non se sabe onde foron os cigarros».

También señala que la fusión de bancos gallegos impide seguir el rastro del dinero de la supuesta trama. 

Un delegado de un depósito fiscal de Vigo alegó en el juicio que el capitán del barco hacía el encargo del tabaco, luego él cubría los formularios de Adunas y suministraba la mercancía y la Guardia Civil confirmaba que se había embarcado.

La Fiscalía le preguntó qué pudo haber «fallado» en el circuito aduanero para que esas entregas de tabaco fueran dirigidas a barcos que no existían, fueron desguazados o no habían atracado en Marín en esas fechas.

El delegado no supo dar una explicación: «Nunca desconfié, no vi nada raro, vi el nombre del barco y coincidía y la Guardia Civil estaba allí, no tiene explicación».

M.Moralejo