La viguesa Margarida Mariño pone su violonchelo al servicio de la electrónica

VIGO

La música experimenta con géneros donde su instrumento no es muy común

01 dic 2020 . Actualizado a las 10:34 h.

Vitruvia Café (plaza de Compostela, 5), a las 21.00 horas, tendrá lugar un concierto de Margarida Mariño (cello & electronics). La entrada cuesta cinco euros.

Nacida en Vigo y licenciada en el Conservatorio Liceo de Barcelona, la trayectoria de Margarida Mariño se extiende por agrupaciones como la Orquestra Sinfónica Vigo 430 (OSV430), la Orquesta Ressonnance (Suiza), o La Vía del Concerti (Italia) entre otras.

Su exploración de los límites sonoros y estéticos del violonchelo la han llevado a experimentar con géneros donde su instrumento no es tan común, como el Seminario Permanente de Jazz de Pontevedra, la música espontánea, o participar en colectivos de improvisación libre.

En el año 2014, Margarida Mariño realizó una gira por Italia junto al acordeonista de Jazz Carmine Ionanna. En el año 2015, formó el dúo Treme junto a la cantante y guitarrista Su Garrido, galardonadas con el premio Música Xove a la mejor banda gallega y ofreciendo conciertos por distintos festivales y auditorios como el Festival de Jazz de Vigo ImaxinaSons, Festival Internacional de Cine y Documental PlayDoc, retransmitido en directo por Radio 3 (RNE) o el auditorio Conde Duque de Madrid. En 2017, comenzó su colaboración con el multinstrumentista Fernando Barroso con el que emprendió una gira a nivel internacional presentando su álbum para mandolina y violoncello Silence Lovers Club.

En abril de 2018, la música viguesa formó parte junto a su hermano Borja Mariño del espectáculo Pulcinella, una producción del Teatro Real basada en el ballet del compositor Stravinsky.

Su propuesta en solitario presenta un repertorio original para violonchelo inspirado en temas como la ecología, el cambio climático o la inmigración, utilizando pedales de efectos, voz y loops con los que logra crear texturas únicas y complejas orquestaciones que dan lugar a un estilo muy personal en el que géneros tan aparentemente divergentes como el postrock, el triphop o la música clásica vibran con una sola voz.