Las ambulancias aplican un tratamiento para evitar muertes por golpes en la cabeza

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

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La uci del Cunqueiro participó en un ensayo mundial sobre el fármaco

29 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La unidad de cuidados intensivos del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo ha participado en un ensayo clínico de ámbito mundial para demostrar la eficacia de un medicamento para reducir el riesgo de muerte tras un golpe en la cabeza. La administración de ácido tranexámico en las tres horas inmediatas a un traumatismo craneoencefálico leve o moderado beneficia a los pacientes. «Solo se puede dar el tratamiento cuando se sabe en qué momento ha sufrido el traumatismo craneoencefálico y lo ideal es que se administre ya en la ambulancia», dice la intensivista Mélida García Martul, que coordinó el proyecto en la uci de Vigo. «En las ambulancias ya llevan el tratamiento y están empezando a ponerlo», especifica.

Si el tratamiento comienza en la ambulancia, luego continúa en la uci. Se da más medicación y se toman muchas más medidas para controlar el daño secundario al traumatismo: desde el control del dolor hasta el de la presión intracraneal. Pero recibir el fármaco en las tres primeras horas es beneficioso. Más tarde, ya no.

«El problema es que recibimos pocos pacientes antes de tres horas», dice la médica. El área que abarca la uci del Cunqueiro no se limita a Vigo. Es grande. Además de todo el sur de la provincia, el hospital es la referencia para los casos de neurocirugía en toda la provincia, y cuando hay un traumatismo craneoencefálico fuerte, muchos acaban en quirófano. Por eso Mélida García considera indispensable que el tratamiento comience a aplicarse en las ambulancias.

El ensayo clínico en el que participó el Cunqueiro se bautizó como Crash-3 -como continuación de otros anteriores- y logró reclutar 12.737 pacientes. Los resultados fueron publicados en la revista científica The Lancet.

60 millones

Según el artículo, se constató que el pronóstico vital mejoraba. Las personas que recibieron un placebo tenían un riesgo de muerte relacionada con el traumatismo del 19,8 %, mientras que en las que recibieron el fármaco fue del 18,5 %. En cuenta que en el mundo se producen 60 millones de nuevos casos de traumatismo craneoencefálico cada año.

También quedo constatado que no hubo pruebas de que hubiese más efectos secundarios o complicaciones. Esto es importante porque el ácido tranexámico es un fármaco antifibrinolítico, que «aumenta la firmeza de los coágulos», según Mélida García. No se encontró que el fármaco provocase un aumento de las discapacidades entre los supervivientes, aunque se sabe que la mitad de las personas que sufren un tratamiento craneoencefálico acaban teniendo secuelas a lo largo de sus vidas. Sí se constató que el tratamiento no proporciona ningún beneficio en pacientes con un traumatismo grave.

Es habitual que después de un traumatismo en la cabeza se produzca un sangrado interno en el cráneo. Esto aumenta el riesgo de muerte y también el de sufrir discapacidades relacionadas con la lesión. Todo está en cuánto tejido cerebral quede destruido.

El razonamiento de que el tratamiento sea beneficioso en las primeras horas, según el artículo de The Lancet, se basa en la hipótesis de que reduce el sangrado intracraneal y que las hemorragias suelen expandirse en las primeras horas.

La mitad de los traumatismos craneoencefálicos son por accidentes de tráfico

El ensayo clínico mundial en el que participó la uci del Cunqueiro recibió datos de 175 hospitales de 29 países. Nueve centros sanitarios de España tomaron parte. El servicio de medicina intensiva de Vigo reclutó 82 pacientes y es la segunda de España que más aportó. «Alrededor de la mitad de los traumatismos craneoencefálicos son por accidentes de tráfico; las caídas son la segunda causa más común», indica Mélida García Martul. En Galicia también participó el hospital de Lugo. El estudio estuvo coordinado por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, que depende de la universidad de esa capital.

Los hospitales recogieron los casos entre mediados del 2012 y principios de este año, es decir, a lo largo de seis años y medio.

El estudio Crash-3 es una continuación del Crash-2, en el que ya se analizaba el efecto del ácido tranexámico en pacientes que habían sufrido traumatismos. Se centraba en las muertes por sangrado y concluía que un tercio de las muertes podían reducirse con esta medida. Análisis posteriores han determinado que incluso un pequeño retraso en el tratamiento reduce el beneficio de este medicamento.