El Cunqueiro deriva ecografías y tacs a Fátima para bajar la lista de espera

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

Llama a decenas de pacientes pera mejorar los indicadores antes de terminar el año

18 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Decenas de personas que están en lista de espera reciben estos días la llamada del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo para someterse a una prueba diagnóstica en el Hospital Nuestra Señora de Fátima. Las llamadas continuarán todo el mes, porque el Servizo Galego de Saúde quiere reducir la lista de espera de radiología ahora que el año termina, antes de hacer públicos los datos de las listas de espera a día 31 de diciembre.

Son tacs y ecografías. Fuentes del hospital aseguran que este plan de derivaciones se centra en las pruebas de abdomen, genitourinarias y las de músculos y huesos. Se trata de los ámbitos en los que más ha crecido la lista de espera. Oficialmente, la dirección del área sanitaria solo confirma que se están derivando pacientes para mantener los indicadores de lista de espera y, a través de un portavoz, enmarca esta acción dentro del concierto que el Chuvi mantiene con Fátima, que le permite derivar durante todo el año cirugías, consultas y pruebas de ecografía, tac y resonancia. Hasta ahora no se había utilizado.

Otras fuentes del Chuvi que conocen este plan explican que la idea es derivar a quienes lleven más de tres meses esperando un tac y las ecografías de casos menos graves.

La tomografía axial computarizada se ha convertido en una prueba diagnóstica muy habitual y el volumen de peticiones es enorme. En el 2018 se hicieron 48.000 estudios, según datos oficiales, que son 130 al día. Las listas de espera vienen creciendo en los últimos años. En el 2017 cada tac tardaba una media de 37 días y en junio de este año ya eran 100 y había casi dos mil personas esperando.

Eso sí, todos los pacientes de cáncer se estudian en el Cunqueiro o en el Meixoeiro, porque se les da prioridad, de forma que se está llamando para que acudan al hospital privado a los enfermos menos graves.

Muchas ecografías

En cuanto a las ecografías, la lista de espera ha venido creciendo en los últimos años y, especialmente, en los últimos meses. En junio, 2.900 personas esperaban una ecografía musculoesquelética, 1.300 una genitourinaria y 3.100 una abdominal. En las primeras, la espera media rondaba ya los cuatro meses, mientras que las abdominales no han tenido una evolución tan marcada.

Al igual que el tac, la ecografía es una prueba común, que desborda a los hospitales. En el 2018, el Cunqueiro y el Meixoeiro hicieron 54.000 ecografías. Descontados los festivos y fines de semana, un día normal se programan unas 180 pruebas y hay unas 30 urgentes.

El Sergas no ofrece datos oficiales sobre la situación actual ni explica a cuántos pacientes se prevé llamar. Lo único que dice el organismo sanitario es que todas las áreas de Galicia tienen conciertos para derivar pruebas diagnósticas a clínicas privadas.

El paciente siempre puede negarse a la derivación; pero en cuanto acepta, sale de la lista de espera. Lo que dejan claro las fuentes del hospital que conocen este programa es que los casos que se derivan a Fátima son los menos graves.

El problema de fondo

El crecimiento de la lista de espera en pruebas de rayos viene motivado por la propia historia de la radiología de Vigo.

Este año, la dirección del Sergas puso fin a la guerra de la resonancia. La empresa pública Galaria -antiguo Medtec- venía explotando esta técnica en exclusiva desde 1996. Los radiólogos del hospital querían hacer esas pruebas, pero no podían. El conflicto se recrudeció en los dos últimos años y los radiólogos de Galaria denunciaron al Sergas por sacarles la exclusividad de la técnica. El juez dio la razón al organismo sanitario y puso fin a la guerra decretando la integración de la resonancia dentro del servicio de radiología.

Pero todas las guerras tienen daños colaterales. La integración se ejecutó el 1 de julio, en el inicio de las vacaciones y sin que creciese la plantilla. En los últimos meses los radiólogos han estado asumiendo los estudios de resonancia magnética, que hasta ahora no hacían, además de la creciente demanda de ecografías y escáneres. El servicio vive una gran reorganización y está haciendo más pruebas que nunca.

Las listas de espera, como era previsible, han subido. Por eso ahora el Sergas quiere normalizar las cifras antes de que acabe el año y tenga que hacerlas públicas.