Caballero tilda de «mal modelo de ciudad» la construcción de áreas comerciales lejos del centro de Vigo
VIGO
En la cumbre del clima el regidor y presidente de la FEMP apostó porque todos los concellos exijan energías renovables en la contratación del abastecimiento eléctrico
13 dic 2019 . Actualizado a las 22:11 h.«Algunos negacionistas pretenden hacer, y miro para mi ciudad, grandes centros comerciales en medio del monte, a 15 kilómetros del centro de la ciudad, para que cientos de personas tenga que andar kilómetros y kilómetros para ir a comprar. Es es el mal modelo». Así de tajante fue hoy el alcalde de Vigo y presidente de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias), Abel Caballero, durante su intervención en la cumbre del clima que se celebra estos días en Madrid.
Aunque no quiso dar nombres, lo cierto es que estas acusaciones contra las grandes áreas de las afueras coinciden en el tiempo con las pretensiones de hacer el centro comercial de Porto Cabral y con las del Celta de abrir un área de tiendas en la ciudad deportiva que proyecta en el concello de Mos.
Sobre ambos planes, sobre los que Caballero ha manifestado su oposición recientemente, caen estas críticas de mal ejemplo sobre las que quiso incidir en su discurso. No fue la única alusión local, el socialista no dudó en aludir al caso de Vigo como ejemplo de lucha por convertir las ciudades en lugare de encuentro, en paradigmas verdes, pese a las oposiciones. No dejó por ello de anotar deberes, para la agenda de la ciudad olívica y de las del resto de España: apostar por el transporte público, por un modelo de ciudad eléctrica, nuevos ciclos del agua y mejor gestión para el aprovechamiento, cambiar los modos de circular y apostar por carriles bici....
Es más, como presidente de la FEMP lanzó un reto para todos los alcaldes: «que en el 2020 cuando hagamos los contratos de renovación de abastecimiento de electricidad exijamos que el 100% sean energías renovables, que ningún concello acepte energía que no sea verde».
Caballero aludió también a su época en el mar para recordar que en los años 60, el Atlántico era «un oceáno impoluto y ahora está infectado de plásticos, y eso ha pasado solo en mi vida. Se tiene que implementar un nuevo modelo de producción». Al respecto, recordó que el tiempo se acaba a la hora de tomar decisiones y que la gente quiere vivir «en verde», para lo que es preciso iniciar desde ya una revolución ambiental a todos los niveles.