El Concello de Vigo frena en seco el proyecto del megacentro comercial de Porto Cabral

Carlos Punzón
C. Punzón VIGO

VIGO

Cedida

La Gerencia de Urbanismo se «sorprende» de que los promotores traten de suplantar al Ayuntamiento en la ordenación del terreno sin poseer parcela alguna

08 dic 2019 . Actualizado a las 22:45 h.

Los pasos dados por los promotores del megacentro comercial de Porto Cabral no convencen ni gustan al Ayuntamiento de Vigo. Tras eludir durante años posicionarse a favor o en contra del proyecto pensado para acoger una de las iniciativas comerciales más extensas de España, el gobierno de Abel Caballero ha dado a conocer hoy el rechazo de la Gerencia de Urbanismo Municipal a las peticiones y planteamientos que Intu Eurofund solicitó al Concello para impulsar el proyecto por el que se pretenden cubrir 580.000 metros cuadrados de los montes de Cabral.

«Sorprende que o solicitante da actuación pretendida se permita presentar ao Concello de Vigo, único habilitado para redactar e aprobar a ordenación dunha actuación de iniciativa pública, unha proposta de plan parcial de Liñeiriños, cunha división en varios polígonos para desenvolver de forma autónoma e se autonomee, sen ningún concurso público, adxudicatario do hoxe solo rústico de especial protección forestal da Comunidade de Montes de Man Común de Cabral», indica la concejala de Urbanismo, María Xosé Caride, en un comunicado oficial.

La respuesta municipal se produce después de que Eurofund solicitase el 21 de noviembre la ordenación provisional de los terrenos que pretende utilizar, con una evaluación ambiental simplificada para sortear la anulación del Plan Xeral de Urbanismo del 2008, lo que requeriría el visto bueno del Concello y la Xunta de Galicia. Dicho plan anulado contempla un área de 1,5 millones de metros cuadrados con una edificabilidad de 854.953 metros cuadrados que podría ser dedicada en un mínimo del 65 % a uso terciario. Pero el documento urbanístico apunta que el ámbito debe de ser desarrollado «por iniciativa pública do Concello de Vigo». El suelo tendría que gestionarse por la vía de la expropiación, «único xeito de poder adscribir o monte de man común afectado por esta actuación», advierte la concejala. El mismo ámbito, recuerda el Concello, incluía la construcción de la Ciudad del Deporte, en un espacio de 573.559 metros cuadrados, sobre el que sin embargo nunca se llegó a alcanzar un acuerdo definitivo con el Celta, último destinatario de las ideadas instalaciones.

La responsable de Urbanisno, en su rechazo a la petición de Intu Eurofund, subraya que el suelo pretendido por el promotor comercial para Porto Cabral, además de tener que ser obligatoriamente ordenado por el Ayuntamiento y la misma instancia expropiarlo también, las parcelas destinadas a la iniciativa privada tendrían que ser sacadas a concurso entre los posibles interesados, sin que ningún proyecto pueda apropiárselas unilateralmente. Los ingresos procedentes de la venta del suelo a los proyectos privados se convertiría en la vía de ingresos para que el Ayuntamiento realizase las expropiación para la Ciudad del Deporte y la ejecución de los servicios de la zona.

Caride hace ver a Intu Eurofund que considera que con la anulación del Plan Xeral del 2008 decayó también la ordenación prevista de Liñeiriños «sen que exista ningún proceso de licitación ou concurso público iniciado ou resolto que habilite a ningún hipotético adxudicatario ou concesionario a poder facer valer ningún dereito sobre esta actuación». 

En contraposición a las intenciones de los promotores de Porto Cabral, el gobierno de Abel Caballero esgrime los proyectos comerciales de Recaré (Bembrive) o Cruceiro (Alcabre-Samil) «onde a solicitude parte dos propietarios maioritarios do solo, e as actuacións debían ser promovidas pola iniciativa privada», mientras que Eurofund «non é titular de ningún solo do ámbito nin de ningún dereito de propiedade, superficie ou explotación que o habilite para poder presentar esta solicitude», señala Urbanismo respecto a la petición empresarial presentada reclamando la ordenación provisional del espacio que pretende ocupar con su centro comercial. 

Concluye María Xosé Caride indicando a los promotores comerciales que el Concello está trabajando en la revisión del vigente Plan Xeral de 1993, «revisión ou novo PXOM que ordenará e programará as actuacións que a cidade precisa para garantir unha axeitada calidade de vida dos vigueses e viguesas», señala dejando entrever el rechazo pleno del Gobierno de Caballero al proyecto que pretendía urbanizar parte de los montes de Cabral para abrir un complejo comercial y de ocio que sus promotores aseguran contaría con una inversión de 1.000 millones de euros (800 de Intu y 200 de los arrendatarios) y supondría la creación de 6.450 empleos.