Ordena demoler una estructura en un inmueble protegido de Montero Ríos
08 dic 2019 . Actualizado a las 18:57 h.El Concello de Vigo persigue las terrazas de los bares que carecen de licencia o no se adaptan a la normativa. Y lleva tiempo con el ojo puesto en una zona sensible, la fachada marítima de la avenida de Montero Ríos, donde ya ha emprendido varias actuaciones en defensa de la legalidad urbanística. Hay empresarios que se atreven por su cuenta y riesgo a acondicionar el exterior de sus locales sin tener en cuenta la normativa municipal y al final les puede salir caro. La situación se agrava en el caso de edificios catalogados por su valor patrimonial, cuya estética se ve perjudicada con el añadido de este tipo de pegotes.
La última actuación del Ayuntamiento se ha dirigido contra el negocio de hostelería ubicado en el número 10 de la calle Montero Ríos. El asunto se abordó en la reunión de la gerencia de Urbanismo del pasado día 3. Los integrantes de este organismo colegiado acordaron ordenar el desmantelamiento de las estructuras instaladas por el establecimiento. El Concello abrió un expediente a este negocio a comienzos de año por la colocación sin permiso de toldos, estructuras de metacrilato fijadas al muro, carteles y el rótulo del local.
Urbanismo ha declarado que estas obras se realizaron sin la correspondiente licencia municipal y que además no son legalizables. En consecuencia, ordena a los responsables de esta actuación a que retiren las instalaciones. Les da un plazo de un mes para que ejecuten estas obras. En el caso de incumplimiento de la orden de demolición, la administración local procederá a la ejecución subsidiaria de la orden de demolición y la imposición de multas coercitivas de 1.000 a 10.000 euros.
Inmueble protegido
La apertura del expediente se basa en que el edificio que alberga el negocio de hostelería se encuentra dentro del catálogo de edificios, conjuntos y elementos a conservar en Vigo. Incumple las condiciones urbanísticas y de protección del Patrimonio Cultural establecidos por la normativa para la colocación de este tipo de elementos en fachadas catalogadas. «Os toldos instalados ocupan prácticamente a totalidade dos frontes das fachadas do local, ocultando por tanto os elementos que motivaron a súa catalogación, e sen ter en conta a disposición de ocos e elementos que a compoñen», apuntan los técnicos.
Tampoco le consta al Ayuntamiento la existencia de un informe favorable de la comisión territorial de Patrimonio Histórico de la Xunta, habida cuenta del nivel de protección que tiene el edificio.
Por otro lado, el Plan Xeral de Ordenación Municipal vigente, aprobado en el 93, establece también que la altura mínima de los toldos, rótulos y otros elementos salientes no equiparables a las marquesinas deberán situarse a una altura mínima de dos metros y medio.
El Concello otorgó audiencia al interesado, pero no llegaron a presentar alegaciones contra la apertura del expediente de reposición de la legalidad urbanística ya concluido.