Povisa confía en mantener el concierto aunque cambie el Gobierno gallego

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Los nuevos dueños transmiten tranquilidad a la plantilla y preparan cambios

05 dic 2019 . Actualizado a las 22:45 h.

La plantilla de Povisa afronta con cierta tranquilidad el cambio en la propiedad, ahora que la aseguradora norteamericana Centene Corporation ya ha tomado el control del hospital a través de su filial española, el grupo valenciano Ribera Salud. Los primeros dos días con el nuevo propietario al frente del centro sanitario han servido para empezar a evidenciar que habrá cambios en el hospital y que se irán ejecutando poco a poco. De hecho, en los próximos días, los directivos del grupo empiezan una ronda de reuniones con todos los servicios del hospital.

Pero en Povisa siempre preocupa el medio plazo, y tanto en la reunión de la dirección y el comité de empresa del martes como en los tres encuentros abiertos que se celebraron ayer con varios miembros de la directiva de Ribera, surgió una inquietud: ¿qué pasará a medio plazo, cuando toque renovar el concierto con el Sergas, el mayor cliente de Povisa, del que depende un 80 % del negocio del hospital?

Lo que ha transmitido Ribera Salud a la plantilla es que confía en seguir prestando servicios para el Sergas con un concierto de un tamaño similar al actual, aunque se puedan producir cambios en el escenario político. La nueva Povisa quiere mantener una relación con el Sergas de un tamaño equiparable al de la vieja Povisa.

Todavía no se ha empezado a negociar ese nuevo concierto, pero no queda mucho tiempo para que el actual venza. El concierto que permite que el hospital privado sea el centro de referencia para un máximo de 139.000 personas de la sanidad pública caduca en septiembre del año 2022. Son menos de tres años y hay que tener en cuenta que la negociación del último duró más de cuatro. Es cierto que el contrato vigente contempla dos años de prórroga.

Todo quedará para el próximo gobierno de la Xunta. Las elecciones autonómicas se celebran el próximo año. Si Alberto Núñez Feijoo se ciñe al calendario, serán en otoño. Así que el gobierno que salga de la cita electoral -y la última encuesta de Sondaxe dibujó un escenario de empate técnico entre derecha e izquierda- tendrá que definir la futura relación del Sergas y Povisa.

En las reuniones de estos días, la dirección de Ribera Salud ha transmitido a la plantilla que confía en mantener un concierto de un volumen similar con la Xunta, que le reporta unos 80 millones de euros anuales. A raíz de la venta, la oposición y varios sindicatos pidieron a la Xunta que comprase Povisa, para no tener que concertar el servicio sanitario con una empresa privada.

Pero según expusieron los directivos en las reuniones, no existen razones para dudar de que se pueda mantener el concierto, ya que la Xunta ha contado con el hospital en los tiempos del PP y también en la legislatura del bipartito, con el PSOE gestionando la sanidad gallega. Aunque este razonamiento tiene un matiz: al bipartito de Pérez Touriño no le tocó renovar el concierto, porque caducó después de que perdiese las elecciones; así que no le quedaba más remedio que seguir con él. El propio PSOE aprovechó en la Comunidad Valenciana el momento en que caducaba la concesión del área de salud de Alcira -el buque insignia de Ribera Salud- para no hacerlo y recuperar la gestión sanitaria.

Por tanto, la decisión de renovar o no el concierto dependerá en primera instancia de la voluntad política de hacerlo. De momento, existe sintonía entre el Sergas y los nuevos propietarios del histórico hospital vigués. Las conversaciones son frecuentes y existe una relación fluida. Pero todavía no se ha abordado la renovación del concierto.

Cuando toque, Ribera Salud defenderá su modelo, que de entrada incluye la gestión de la atención primaria, como hacía en el área de Alcira. Es un sistema nunca visto en Galicia, donde la primaria sufre su propia crisis.

Los americanos visitaron el hospital en los últimos días

El nuevo dueño de Povisa es Ribera Salud, pero el 90 % de esta empresa valenciana pertenece a Centene Corporation (el otro 10 % al Banco Sabadell), un gigante de la salud en Estados Unidos, que asegura a ciudadanos para los programas Medicare y Medicaid. Por tanto, el centro último de decisión está en América, concretamente en Misuri. Mandos de este grupo se desplazaron a Povisa en los últimos días para conocer el hospital, aseguran fuentes del mismo. La presencia de directivos de Ribera ha sido constante desde que se firmó la venta, a principios de octubre. Pero los americanos no habían estado todavía en su nuevo hospital, y estratégicamente tiene mucho valor, ya que este es el primer centro sanitario que Ribera adquiere en España después de que Centene se hiciera con el 90 % del grupo. Hasta mediados de este año, tenía el 50 %.

Silveira solo seguirá para facilitar la transición

Ribera Salud va a mantener a la dirección actual de Povisa y ayer quiso transmitir una imagen de unidad, con miembros de la directiva del grupo valenciano y de la del centro sanitario vigués en las reuniones que se celebraron en el hospital. Pero será una cuestión temporal. Aunque el hasta ahora consejero delegado y representante de la familia que vende el hospital, José Bernardo Silveira, siga como director general, su permanencia será de transición. Ribera mantendrá sus propios directivos en Vigo de forma casi permanente. De manera que, aunque mantenga a la dirección del hospital que tenía Nosa Terra, en realidad estará tutelada de cerca por los gestores valencianos.