La policía identifica al presidente de los comuneros de Cabral tras ser denunciado por invadir fincas

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

Aarón Iglesias

Luis Rodríguez afirma que les pertenecen todos los terrenos del monte de Cotogrande donde hay casas y naves industriales

14 nov 2019 . Actualizado a las 22:05 h.

La Policía Nacional identificó ayer al presidente de la comunidad de montes de Cabral, Luis Rodríguez, después de que una brigada de sus trabajadores entrase en una finca privada de Peinador para terminar una tala de árboles que comenzaron hace días. La persona que acreditó documentalmente ser el dueño del terreno avisó a las fuerzas del orden para denunciar el allanamiento de su propiedad y los daños producidos en la misma. Los operarios forestales tuvieron que abandonar su trabajo y el propietario reclamará una indemnización en el juzgado. Luis Rodríguez explicó a los agentes que los terrenos son de la comunidad de montes.

No es el único caso. Vecinos del entorno han recibido cartas y visto cómo durante las últimas semanas varios directivos se han paseado por sus fincas alegando que son terrenos comunales.

Es una ofensiva de los comuneros para recuperar la propiedad del monte de Cotogrande donde hay construidas casas y empresas, generando una gran inquietud entre los vecinos y empresarios. Los comuneros se han dirigido a ellos advirtiéndoles de que no son los dueños de los terrenos que ocupan, algunos desde hace décadas y traspasados de generación en generación. Incluso quiere expulsar de la comunidad de montes a aquellos vecinos que consideran que ocupan porciones del monte comunal.

Los afectados celebraron anoche una reunión para estudiar las medidas que van a llevar a cabo. Están afectados una veintena de naves industriales que conforman el polígono industrial de Cotogrande y otra veintena de viviendas unifamiliares de la avenida del Tranvía y del barrio de Peinador. Los vecinos se quejan de que solo se han señalado las viviendas de los opositores a la actual junta directiva.

El presidente comunal se basa en una clasificación de suelo de 1998 que se retrotrae al catastro del Marqués de Ensenada del siglo XVIII para asegurar que todos los terrenos ocupados en el monte de Cotogrande son comunales. Ahora se ha propuesto devolverlos a los que considera sus legítimos propietarios, la comunidad de montes, para cumplir «al cien por cien» los compromisos que asumió cuando accedió al cargo hace doce años. «Tengo que recuperar el monte y el que no esté de acuerdo que me lleve al juzgado», aseguraba ayer Luis Rodríguez.

Preguntado por los títulos de propiedad que ostentan los vecinos, se pregunta «¿qué pasa si compro un coche robado, de qué vale?». Afirma que la propiedad del monte no prescribe nunca por mucho que se compre, por lo que resta valor a los títulos de propiedad que puedan exhibir los afectados. El presidente comunal quiere llegar a acuerdos.

«Nosotros no robamos nada, compramos los terrenos»

Los propietarios que llevan décadas ostentando la titularidad de unos terrenos que la comunidad de montes reclama ahora como suyos no están dispuestos a pagar ningún alquiler. Beatriz Ucha, presidenta de la comunidad de propietarios de Becerreira, que agrupa a la veintena de empresas del polígono de Cotogrande, señala que en su día compraron las parcelas en las que desarrollan sus actividades productivas. En otros casos fueron permutas con el Concello para hacer el aeropuerto. «No robamos nada, compramos los terrenos», asegura. Señala que el Concello se los vendió en 1967 a Icasa, una empresa participada por Vulcano y Barreras para usos industriales. «Estamos desbordados por una situación que no entendemos y vamos a meter al Concello en este berenjenal como responsable subsidiario por vender unos terrenos que ahora nos están reclamando a nosotros», afirma.

Francisco Javier Rodríguez Oliveira, que denunció a la comunidad de montes por entrar en su finca de Peinador a talar los árboles, afirma que paga la contribución y mostró a la policía los títulos de propiedad. «Se quieren adueñar de todo sin ser de ellos», lamentaba ayer. La comunidad de montes colocó en la parcela un cartel como si fuera de ella.