Dos años de cárcel por saquear la capilla del Cunqueiro mientras su esposa daba a luz

E. V. PITA VIGO / LA VOZ

VIGO

Imagen del complejo hospitalario vigués
Imagen del complejo hospitalario vigués Oscar Vázquez

El implicado y su hermano también hurtaron dinero a pacientes o un conejo de peluche

15 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos hermanos aceptaron ayer dos años de cárcel por un robo con fuerza en la capilla del Hospital Álvaro Cunqueiro, en el mismo momento en que la esposa de uno de ellos daba a luz en el mismo centro sanitario. La vista por conformidad se celebró ayer en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo y uno de los acusados, J.J.G., intervino desde la cárcel de A Lama a través de una videocoferencia para declararse culpable y aceptar la pena, que será suspendida a cambio de devolver el dinero. El otro estaba en la sala y también aceptó los cargos.

Ambos acusados también se comprometieron a indemnizar al Obispado de Tui-Vigo con 635 euros por los daños sufridos en un sagrario robado, un copón y una teca (cofre de reliquias).

También acordaron pagar sendas multas de 180 euros por un delito continuado y leve de hurto porque se llevaron un conejo de peluche de la floristería del hospital.

Los hechos se remontan al 9 de diciembre del 2018 cuando uno de los implicados, J.J.G., sustrajo a la hora de la sobremesa el peluche Baby Boy, valorado en 36 euros, aunque poco después lo pilló un guardia de seguridad y recuperó el juguete. Esa misma noche, la policía acudió al hospital porque el mismo implicado y su hermano estaban causando problemas mientras una familiar estaba ingresada para dar a luz. Los guardias los sorprendieron cuando entraban y salían de las habitaciones de distintas plantas del centro sanitario y molestaban a los pacientes.

El siguiente incidente ocurrió en torno a las cuatro de la madrugada. Los implicados entraron en la capilla del hospital, situada en la planta baja y que tiene siempre abierta la puerta. Sustrajeron el sagrario y salieron a la carretera para apalancarlo para abrirlo y retirar el copón de metal dorado y una teca de metal, así como varias hostias consagradas. Luego, esparcieron todo roto por las cercanías del hospital.

Los implicados volvieron luego al centro y entraron en una habitación y le sustrajeron 250 euros a un paciente que guardaba en su cartera en la mesilla de noche, la cual no tenía echada la llave.

Finalmente, los guardias de seguridad los localizaron en las pantallas del circuito cerrado de televisión y los pillaron cuando entraban y salían de más habitaciones. J.J. tenía en su poder 370 euros, de los que no supo dar una explicación de su procedencia.

La Fiscalía pedía dos años y medio de cárcel pero el abogado negoció una rebaja de la pena y la suspensión de la ejecución. Eso permitió agilizar la vista y un implicado entró en sala para firmar el trato y el otro intervino desde la penitenciaría, donde habló con la jueza por videoconferencia. Ambos hermanos se vieron en la pantalla y se saludaron.