La red social censuró durante dos días por «violencia gráfica» la foto del manjar gallego que cocinó la madre de un vecino de Coia
23 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Garbanzos, lacón, grelos, berzas, repollo, pollo, ternera, caldo, orejas y chorizos. Son los ingredientes del cocido casero que indigestaron a los responsables de la red social Instagram, la cual censuró durante dos días las fotos de este plato típico gallego al ver una supuesta «violencia gráfica». No es apta para veganos, ironizó el autor de las fotos, Richard Barreira, que no sale de su incredulidad. Este empleado de mantenimiento de un colegio, que es natural de Verín y vecino de Vigo, de 47 años, cuenta que mantiene una cuenta en Instagram y el domingo día 20 por la tarde subió a Instagram, «como todos los años» las fotos del primer cocido que hace su madre este otoño. Lo tituló como Casa Rosi, en referencia a la cocina de su madre. «Nunca pasó nada, lo colgué en mi perfil y me llegó un comunicado informando que quedaba anulado por infringir las normas de la comunidad», dice. También lo subió a Facebook, «que no la borró ni hicieron nada a pesar de que son del mismo dueño».
Instagram da tres motivos para censurar una foto: violencia gráfica, inducción la acoso escolar e imágenes sexuales. «A alguno le habrá impactado las imágenes pero no hay por donde cogerlo. La bola creció, es un tema trivial pero a la vez de juzgado de guardia», añade Barreira, quien recalca que «no soy cocinero, es mi madre, que es la maga de la casa». Una posibilidad es que Instagram esté ensayando un nuevo algoritmo que reconoce figuras.
La imagen estuvo censurada dos días aunque el autor sacó un pantallazo. Levantó gran polémica en los diarios digitales, radios y televisiones. Ayer por la tarde la foto fue reestablecida «sin que ellos hayan reconocido su error».