Marcio Borges también cree que cambiará la actitud de los pacientes antes esta herramienta.
-¿Confiarán en esta tecnología?
-El paciente tiene que adaptarse a las nuevas circunstancias. Uno de los problemas que surgirán en esta nueva relación será la ausencia de una cara. A la hora de hablar, necesitamos una cara humanoide porque nos da más confianza que hablar con un ordenador. Pero, como contraprestación las cosas serán más fáciles y rápidas, el paciente podrá estar en su casa y tener una atención personalizada las 24 horas. Ya pasó con la evolución de la medicina; a la gente no le gusta más la medicina de 1949, que era mucho más humana, pero no tenía tan buenos resultados como ahora. La mortalidad va a disminuir a menos de un 5 % en determinadas patologías, así que esto transformará también la actitud de los pacientes. Además, llegará la medicina personalizada en la que el paciente será el centro de atención, no la enfermedad. Será un gran cambio. Después también están otras cuestiones importantes, como la prevención.
-¿Llegará con estas herramientas una internacionalización de los datos médicos?
-Sí. Nosotros hemos hecho un análisis de cinco años en nuestro hospital con 200.000 enfermos que generaron 20 millones de datos, sin embargo, debido a nuestra capacidad mental tenemos que seleccionar. Puede quedar fuera información crucial. Un oncólogo para estar al día tendría que leer unos 400 artículos al día, y eso es imposible. Nosotros, con nuestro algoritmo podemos acceder a todos los datos publicados, algo que para una persona es imposible. Tras un tiempo de control, ese sistema que tenemos ya aprende solo. Sí es cierto que en el futuro funcionarán los equipos de médicos de distintas especialidades