El bipartito de A Guarda rompe por 50 metros de calle

Monica Torres
Mónica Torres A GUARDA

VIGO

Mónica Torres

El BNG renuncia «polas inxerencias do alcalde» y el regidor dice que no es capaz de «interpretar a súa decisión»

15 oct 2019 . Actualizado a las 15:25 h.

La primera ruptura de una coalición de gobierno de este mandato en el área de Vigo se ha producido en A Guarda y el divorcio se centra en un tramo de 50 metros de la calle Concepción Arenal. Los cinco ediles nacionalistas renunciaron ayer a sus dedicaciones y sueldos y los cinco socialistas comparecieron hoy en rueda de prensa para asegurar que seguirán trabajando e intentando llegar a acuerdos puntuales «hablando con todos los grupos de la corporación».

El BNG renuncia «polas continuas inxerencias do alcalde más nosas áreas» y el alcalde no solo niega esa intromisión sino que acusa a sus ya ex socios de «deslealtade». De ahí que se acusen mutuamente de romper el pacto de gobierno. El alcalde Antonio Lomba, asegura que la decisión de reabrir de nuevo esos cincuenta metros de la calle Concepción Arenal al tráfico se había tomado incluso antes de firmar el pacto de gobierno y que se vinculó al acuerdo amparándolo en el Plan de Mobilidade que, según el regidor, ya preveía mantener la vía como acceso principal al puerto.

En las reuniones de la comisión de seguimiento del pacto celebradas los días 12, 23 y 24 de julio, señaló «matizouse que será unha rúa de preferencia peonil nos lugares onde os peóns convivan cos vehículos, que se habilitaba un sentido único de circulación entre as rústico Galicia e Tomiño así como o acceso dende as de Ourense e Manuel Álvarez». Antonio Lomba dice que desde esa última reunión del 24 de julio entendían que estaban completamente solucionadas las discrepancias de los dos partidos sobre el funcionamiento de Concepción Arenal. Se dieron cuenta de que no era así, sostiene, cuando el BNG colocó a finales de ese mismo mes de julio una señalización «que non se correspondía co acordado e que, en vez de regular o tráfico, o que facía era prohibir a circulación nun importante tramo transformándoa en peonil».

Entonces comenzó la agonía del pacto pero no transcendió hasta que los comerciantes se plantaron contra la peatonalización alegando «pérdidas millonarias». Las discrepancias se trasladaron desde entonces a la prensa hasta el pleno extraordinario en el que ya se daba un ultimátum. El BNG emplazó a Lomba a que los cesara si seguía con la intención de abrir la calle y el alcalde abrió sin cesarlos «polo interés público». El PSOE se da ahora un plazo de una semana para reestructurar las delegaciones y comisiones.